No le ha podido llegar en peor momento a Baron Davis la anunciada decisión de los Cleveland Cavaliers de despedirle aprovechando la cláusula de amnistía del nuevo convenio. El base, ya sin equipo, sufre una hernia discal que le tendrá de baja más de 2 meses.
La lesión en la espalda de Davis dificultará sin duda su búsqueda de un nuevo equipo y llevará a la baja las ofertas que otras franquicias puedan presentarle. Lakers y Knicks habían mostrado su interés por él, aunque, al estar por encima del tope salarial, tendrán que esperar a que el jugador abandone la lista de excluidos sin que nadie le reclame para poder hacerle una oferta.
La salida de Davis de los Cavaliers era un movimiento anunciado desde hace ya días al que sólo faltaba dotar de oficialidad. Los más de 27 millones que restaban en sus 2 años de contrato suponían un salario demasiado elevado para su actual rendimiento y un severo lastre para una franquicia como la de Cleveland, que trata de recomponer su equipo desde la juventud después de que la marcha de su gran estrella, LeBron James, les dejara vagando en el desierto.
Los Cavs pasaron de luchar por el título con James en sus filas, a sumar sólo 19 victorias y terminar como el segundo peor equipo de la NBA la temporada pasada. Ahora, tratarán de aprovechar el espacio salarial dejado por Davis para contratar algún refuerzo que les permita mejorar la pobre actuación de la última campaña, algo para lo que también cuentan con Kyrie Irving y Tristan Thompson, números 1 y 4 del pasado draft.