Comienza la pretemporada para casi todos, pero algunos jugadores arrastran problemas físicos que les impedirán estar con el resto de su equipo. Es el caso de LaMarcus Aldridge y Greg Oden (Portland), Eric Bledsoe (Clippers) y Martell Webster (Minnesota).
En el caso de Aldridge, tendrá que estar de baja unas 2 semanas tras ser intervenido quirúrgicamente para tratar una anomalía cardiaca. El problema de Aldridge es conocido como el síndrome de Wolff-Parkinson-White –una anomalía eléctrica que genera latidos anormales en el corazón y mareos- y ya le fue detectado al jugador en 2007.
Entonces, también fue intervenido y tuvo que estar de baja un periodo similar. Ahora, se le ha vuelto a detectar en el chequeo de pretemporada, pero los médicos son optimistas respecto a su plena recuperación en un breve periodo de tiempo.
Más preocupante es el caso de Greg Oden en unos Blazers a los que persiguen las desgracias en los últimos años. El pívot ha sufrido complicaciones en su proceso de recuperación y si hace unos días se hablaba de que podría jugar a finales de enero, ahora no está claro que pueda hacerlo en toda la temporada, aunque los Blazers mantienen la esperanza al respecto. La noticia llega el mismo día en que se anuncia la más que posible retirada de la estrella del equipo, Brandon Roy, también por problemas físicos.
También en Portland, donde ya no saben qué madera tocar, jugaba Martell Webster, ahora en los Timberwolves, cuando sufrió su primera lesión grave y desde entonces no ha parado de encadenar un problema físico tras otro. El último le ha llevado a la mesa de operaciones para ser intervenido de la columna vertebral debido a sus dolores de espalda y por el momento, es baja por tiempo indefinido.
Menor parece que será el tiempo que tardaremos en ver jugar al base de los Clippers Eric Bledsoe. Los Clippers han hecho público que el jugador fue operado del menisco lateral de su rodilla derecha a principios de octubre, algo que no se supo entonces debido al lockout. Tras la intervención se pronosticó que estaría entre 6 y 8 semanas de baja, pero su recuperación va con retraso y es probable que se pierda el inicio de la temporada regular.