La juez de Detroit Nancy Edmunds ha desestimado la demanda presentada contra Allen Iverson por un hombre de Ohio tras no hallar pruebas de que fuera golpeado por el jugador o alguno de sus acompañantes. El jugador cargó en su día contra el abogado del demandante.
La demanda se había presentado en febrero de 2010 y hacía referencia a unos hechos ocurridos en la primavera de 2009, cuando el demandante, Guy Walker, resultó lesionado en una pelea ocurrida en una discoteca en la que también se vieron implicados miembros del ‘séquito’ que habitualmente rodea al que fuera jugador estrella de la NBA.
Lo más curioso del caso es que, según se ha sabido estos días, Iverson compareció ante el tribunal en agosto para someterse al interrogatorio de la parte contraria y mantuvo un duro cara a cara con Gregory Lattimer, abogado del demandante, y es que a Iverson no pareció sentarle bien encontrarse con él por tercera vez como representante legal de la parte contraria.
Lattimer ya había sido el abogado en 2 demandas anteriores contra el jugador en los últimos años. En la primera, Iverson tuvo que pagar una indemnización de 260.000 dólares, mientras que la segunda se saldó con un acuerdo confidencial entre las partes.
Por eso, Iverson, que negó toda participación en los hechos, no dudó en responder de manera muy poco educada, más para las formalidades habituales de un tribunal, a las preguntas de Lattimer. Le acusó de estarle “acechando”, de tener “un plan” contra él y de tratar de vivir a su costa a base de demandas. “Soy el que te paga y lo sabes, pero esta vez no. Me moriré antes que dejar que lo consigas”, aseguró un enfadado Iverson.
Tras casi 2 horas de tensa declaración, Lattimer, con la formalidad propia de los abogados, agradeció la presencia de Iverson, a lo que este respondíó con un sonoro “vete a la mierda”. No es de extrañar, por tanto, que el jugador se haya mostrado muy satisfecho de que los tribunales le hayan dado la razón en este caso.