El pívot australiano de los Milwaukee Bucks Andrew Bogut ha asegurado estos días que su codo derecho está mucho mejor que el año pasado, pero asume que tendrá limitaciones en él durante toda su vida tras su grave lesión del año pasado.
Vistas a día de hoy, las imágenes de aquella desgraciada jugada siguen poniendo los pelos de punta y sigue pareciendo casi un milagro que el australiano pueda seguir jugando al baloncesto. Un ligero e imprudente empujón de Amare Stoudemire desequilibró a Bogut cuando realizaba un mate y el mal apoyo del brazo en la caída le rompió la muñeca y le dislocó el codo y el hombro, dejándole tirado sobre la pista entre gritos de dolor.
De ese brazo derecho destrozado, la peor parte se la llevó el codo. “Tendré limitaciones toda mi vida”, ha asegurado Bogut estos días sobre su codo,”pero comparado a cómo estaba a estas alturas del año pasado, ha mejorado como de la noche al día”.
El pívot de los Bucks levanta pesas y entrena el lanzamiento a diario para tratar de mantenerse en forma y de mejorar en lo posible el estado de la articulación, pero reconoce que tiene que ir todavía con cuidado porque cualquier mínimo exceso en el entrenamiento hace que el dolor reaparezca.
La intención actual de Bogut es la de jugar en su país natal si el cierre patronal retrasa el inicio de la temporada con la intención de no perder ritmo competitivo y de paso ayudar a promocionar allí el baloncesto. Tiene ofertas de al menos 3 equipos de la liga australiana –Sydney Kings, Adelaide 36ers y Gold Coast Blaze-, pero el problema es el alto coste, más de 500.000 dólares, del seguro médico que tendría que suscribir para garantizar sus 3 años de contrato con los Bucks, más en una liga modesta como la del país oceánico, algo que aún está intentando resolver.