La Universidad de Georgetown está estos días en China en una gira cuyo principal objetivo es estrechar lazos entre Estados Unidos y el gigante asiático. De hecho, coincide con una gira por China del vicepresidente estadounidense, Joe Biden. Pero lo lazos se han estrechado demasiado.
Tanto que se convirtieron en golpes. Del roce se pasó al puño y de las buenas intenciones a la vergüenza más intensa. Pocas veces se ha visto sobre la cancha una pelea de tal magnitud, aunque haberlas las ha habido, claro está. Lo cierto es que hubo empujones, patadas, puñetazos, carreras, sillas utilizadas por algún que otro jugador y botellines arrojados desde la grada por la normalmente paciente y poco apasionada afición china.
Ocurrió en Pekín. Jugaban la Universidad de Georgetown (los Hoyas), el que fuera equipo de Patrick Ewing, entre otros muchos, y los Bayi Rockets, uno de los conjuntos más laureados de su país. En el momento de la salvaje tángana, el marcador estaba empatado y restaban 9 minutos y 32 segundos para el final.
Algunos elementos de las informaciones que han llegado a Occidente son contradictorios. Especialmente, el que se refiere a la presencia o no en el partido del propio vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden. Unas fuentes hablan de que Biden acudió al anterior encuentro de la gira, que enfrentó a Georgetown y a Shanxi Zhongyu Brave Dragons, mientras que otras aseguran que estuvo en el encuentro en cuestión, pero que se tuvo que ir al descanso evitándose así el mal trago de ver cómo se quebraban los propósitos amistosos del partido.
Georgetown -donde la campaña pasada militaron jugadores como Austin Freeman, Chris Wright o Jason Clark- tenía previsto enfrentarse el próximo domingo otra vez ante el mismo rival, los Bayi Rockets, pero no parece que esté el horno para bollos vista la brutal pelea que protagonizaron ambos conjuntos.