Los propietarios de la NBA han decidido tomar la iniciativa legal y acudir a los tribunales en previsión de que los jugadores traten de hacerlo. Se abre así un capítulo más en la enconada negociación que mantienen propietarios y jugadores.
Pocas horas después de fracasar la primera reunión negociadora del verano, la NBA ha presentado ante las autoridades laborales de los Estados Unidos una demanda en la que acusa al sindicato de los jugadores (NBPA) de falta de colaboración en el proceso, mala fe y de amenazarles continuamente con la disolución del sindicato y la presentación de una demanda antimonopolio, algo que ya ocurrió en el conflicto laboral de la NFL.
Según la NBA, todo ello constituye una “táctica de presión inadmisible” que ha tenido un efecto “directo, inmediato y dañino” en el proceso negociador del nuevo convenio y señalan a Jeffrey Kessler, abogado de los jugadores que también representó a los de la NFL, como el principal responsable de la situación.
Se trata de una queja similar a la presentada, en sentido contrario, por los jugadores el pasado mes de mayo para intentar evitar el cierre patronal y que no prosperó.
No contentos con presentar dicha queja, los abogados de la liga han presentado también una demanda civil ante un tribunal federal de Nueva York en la que solicitan que se declare que el cierre patronal no viola las leyes antimonopolio, para así tratar de prevenir una demanda de los jugadores en ese sentido.
Además, la NBA pretende que el tribunal declare también que la disolución del sindicato, en caso de producirse, significaría la anulación de todos los contratos existentes con los jugadores, ya que los términos y condiciones de los mismos se basan en el acuerdo salarial negociado con un sindicato que ya no existiría. Es decir, todos los jugadores se convertirían en agentes libres y todos los equipos, teóricamente, deberían empezar a contratar desde cero.
Una situación que resultaría casi apocalíptica para la liga, aunque todo indica que no se llegará a ello y que la NBA trata de hacer un uso preventivo de los tribunales para adelantarse a hipotéticas acciones legales futuras de los jugadores y sus representantes. En cualquier caso, la decisión tomada por la liga no es sino una demostración de que las negociaciones van de mal en peor.
La respuesta de los jugadores no se ha hecho esperar. “Las tácticas litigosas de hoy de la NBA son tan solo otro ejemplo de su mala fe negociadora y solicitaremos la total desestimación de las acciones puesto que carecen de cualquier fundamento”, ha asegurado en un comunicado el Director Ejecutivo de la NBPA, Billy Hunter.