Los Knicks de Nueva York han anunciado de forma inesperada que Donnie Walsh no seguirá al frente de los designios deportivos de la franquicia. Todo indica que las reticencias del propietario, James Dolan, a entregarle el control del equipo han llevado a la ruptura.
Walsh y Dolan llevaban semanas negociando la renovación del contrato del primero, que había mostrado públicamente su intención de seguir al frente de los Knicks, y todo apuntaba a que había un principio de acuerdo. Sin embargo, Walsh quería contar con plena autonomía a la hora de tomar decisiones y parece que ése ha sido finalmente el motivo de la ruptura, ya que Dolan no estaría dispuesto a ofrecérsela.
“Después de una larga serie de conversaciones respecto a su futuro papel con los New York Knicks, Donnie Walsh y yo hemos llegado al acuerdo de que dejará el puesto de presidente de operaciones de baloncesto de los Knicks a finales de junio”, reza el comunicado emitido por el propio Dolan, que asegura que Walsh seguirá vinculado al equipo como asesor durante la próxima temporada. Glen Grunwald, actual vicepresidente, suplirá sus funciones de forma interina a partir del 1 de julio en tanto Dolan decide la contratación de un nuevo general manager.
Walsh se incorporó a los Knicks en abril de 2008 con el difícil objetivo de reorganizar una franquicia devastada deportivamente tras el paso del polémico Isiah Thomas por sus despachos. Apostó por Mike D’Antoni como entrenador y este año, tras la incorporación de Amare Stoudemire, y más tarde de Carmelo Anthony, el equipo consiguió, por fin, tras muchos años de sequía, alcanzar los playoffs para alegría de su fiel y sufrida afición en todo el mundo.