Valiente, muy valiente la decisión tomada por Rick Welts, presidente de los Phoenix Suns, al revelar públicamente su condición de homosexual. Valiente porque, desgraciadamente, en el mundo del deporte profesional la homosexualidad sigue siendo un tabú.
Welts es probablemente el primer hombre con una posición prominente en el mundo del deporte profesional masculino en los Estados Unidos, y uno de los pocos a nivel mundial, que ha declarado abiertamente su condición de gay.
Se ha decidido a dar este paso para tratar de ayudar a que otros hombres en su misma situación no tengan que ocultarse para poder labrarse una carrera profesional en un entorno donde, a diferencia de otros, resulta difícil hablar de este tema con la normalidad con que debería hacerse.
Prueba de ello es que, hoy por hoy, no hay un solo jugador en activo en las principales ligas profesionales estadounidenses que se haya atrevido a hacer una declaración como la de Welts y sólo algunos lo han hecho ya una vez retirados. De hecho, los insultos de carácter homófobo son por desgracia habituales en las canchas deportivas de todo el mundo.
“Ésta es una de las últimas industrias en la que este tema se esconde”, ha declarado Welts, que lleva 40 años vinculado a la NBA, al New York Times, “Nadie está cómodo si se habla de ello”.
Antes de hacer el anuncio, Welts habló por separado con el comisionado de la liga, David Stern, el base de los Suns, Steve Nash, el mítico ex Celtic Bill Russell y el presidente de la WNBA, Val Ackerman, para discutir el mensaje que pretendía hacer llegar a la opinión pública.
Todos ellos le mostraron su apoyo y el convencimiento de que en ningún caso podría perjudicarle el hacer pública su inclinación sexual. El mensaje que pretende transmitir Welts es precisamente un mensaje de normalidad y es que, obviamente, él sigue siendo el mismo de siempre.
El entrenador de los Suns, Alvin Gentry, lo ha resumido de forma meridiana al ser preguntado por el tema: “A mí, ¿qué más me da? Sé que es bueno en su trabajo, es muy organizado y hace un trabajo brillante. Para mí, (su sexualidad) es irrelevante. Me alegro por Rick porque creo que se ha quitado un enorme peso de encima. ¿Le voy a ver o a juzgar de forma diferente? Ni en un millón de años”.