Seguro que en las muchas veces que Phil Jackson imaginó su último partido como entrenador, nunca apareció una imagen como la de anoche. Y es que el técnico de los Lakers tuvo una amarga despedida, con su equipo hundido y perdiendo la compostura.
La contundente derrota ante los Mavs no era sin duda el final que merecía el que ha sido uno de los mejores entrenadores en la historia de la NBA y el único hombre que puede presumir de tener 13 anillos de campeón, 11 como entrenador –6 con Chicago y 5 con los Lakers- y 2 como jugador con los Knicks en 1970 y 1973, aunque en una de esas temporadas, la de 1970, no pudiera jugar ni un minuto por culpa de una grave lesión.
Pero aún menos se merecía que algunos de sus propios jugadores –Odom y Bynum en concreto- perdieran los papeles de la peor manera -especialmente el pívot, que ni siquiera ha sentido la necesidad de pedir disculpas por su injustificable acción sobre Barea-, afeando aún más el último encuentro, la última noche en la liga de una leyenda viva del baloncesto.
“No creo haber visto a un equipo jugar un partido a este nivel en unas eliminatorias”, no dudaba en reconocer Jackson ante la superioridad mostrada por el rival antes de confirmar a los periodistas que el de anoche había sido “el último partido que entrenaré. Ha sido un recorrido maravilloso”.
“Es difícil poner palabras a lo que ha significado para mí. Me resulta un poco extraño pensar en cómo va a ser el próximo año”, afirmaba un melancólico Kobe Bryant que hablaba también de la influencia que ha tenido Jackson no sólo en su carrera deportiva, sino también en su vida personal y en su forma de ver las cosas.
A sus 65 años, tras 21 temporadas como entrenador, Jackson asegura que esta vez se va de verdad, que no hay vuelta atrás, aunque algunos, como su rival de anoche en los banquillos, Rick Carlisle, sigan dudando de que su marcha sea definitiva.
“Mi opinión es que se retirará por un tiempo, pero no sé cuánto tiempo puedes ir a Montana y meditar o fumar peyote, o lo que sea que haga allí. Se aburrirá...”, aseguraba anoche en tono de broma el técnico de los Mavs. Por de pronto, los Lakers tendrán que empezar en las próximas semanas la búsqueda del sustituto del 'maestro Zen', con su asistente Brian Shaw encabezando las apuestas.