Kevin Love gana el premio al Jugador Más Mejorado

Kevin Love ha vivido una temporada extraña. A nivel individual, la campaña ha colmado todas sus expectativas; a nivel colectivo, ha sido un desastre. El hecho de estar encuadrado en el peor equipo de la NBA no ha impedido que le llegara el reconocimiento.

Ahora, ese reconocimiento le llega en forma de premio oficial de la liga. Porque Kevin Love ha sido galardonado como Jugador Más Mejorado de la temporada 2010-2011. Tal y como ocurriera con los premios otorgados a Dwight Howard (Mejor Defensor) y Lamar Odom (Mejor Sexto Hombre), su nombre se filtró horas antes de hacerse oficial el premio.

Love ha superado claramente en la votación a jugadores como LaMarcus Aldridge (Portland), Dorell Wright (Golden State), Derrick Rose (Chicago) o Kris Humphries (New Jersey), dentro de una larga lista que este año, a diferencia del pasado, no contiene el nombre de ningún jugador hispano.

Merecimientos no le faltan. Porque el jugador de Santa Mónica ha completado una campaña de ensueño en la que ha promediado 20,2 puntos, 15,2 rebotes (el mejor de la NBA en esta faceta) y 2,5 asistencias en 35,8 minutos. Jugó 73 encuentros en los que anotó el 47% de sus tiros de campo, un impresionante 41,7% en el triple y un no menos espectacular 85% en los tiros libres.

La mejora ha sido evidente. Jugando 7 minutos más que la pasada temporada, Love ha pasado de 14 a 20,2 puntos y de 11 a 15,2 rebotes. Y ha incrementado su efectividad en el tiro desde todas las distancias.

Además, su campaña ha estado jalonada por hitos de gran calibre. Fue All-Star en Los Ángeles pese a jugar en el peor equipo de la NBA (Minnesota terminó con un balance de 17-65), concluyó como máximo reboteador de la liga, sumó 53 dobles dobles consecutivos, una marca para la historia, y logró en un encuentro un doble 30, esto es, al menos 30 puntos combinados con al menos 30 rebotes, algo que no ocurría desde que Moses Malone lo hiciera en 1982.

Se trata, por lo tanto, de una tarjeta de visita colosal. Más aún para un jugador que apenas tiene 22 años. El ala-pívot californiano, formado en la universidad de referencia de dicho estado (UCLA), apuntó todo su potencial en su ciclo universitario, lo que le llevó a ser elegido en el número 5 del Draft 2008. Y es que pocos jugadores de su altura (2,08) son tan versátiles y abarcan tanto espacio en la cancha como el hijo del ex jugador de baloncesto Stan Love.