Demostración de fuerza brutal de los Lakers en San Antonio. Se acercan los playoffs y el equipo angelino se muestra imparable: 7 partidos tras el All-Star, 7 victorias. La última, ante los Spurs, sencillamente increíble. El partido apenas duró un cuarto, el primero: 13-34 y se acabó.
Liderados por Kobe Bryant y Pau Gasol en ataque, por Andrew Bynum en el rebote y por Ron Artest en defensa, los Lakers arrasaron a unos Spurs completamente superados por el juego angelino, el mejor que ha hecho el equipo de Phil Jackson en toda la temporada. San Antonio llevaba 22 victorias consecutivas en casa y acababa de ganar por 30 puntos a Miami Heat.
Unos Heat, por cierto, que justo antes de que empezara el Spurs-Lakers perdieron en casa con Chicago. Miami se ha enfrentado a 3 grandes equipos en sus 3 últimos partidos (Orlando, San Antonio y Chicago) y ha perdido los 3. Pero su cúmulo de derrotas seguidas es de 4. La crisis viaja ahora a Florida.
En Cleveland, Ariza, que sigue lesionado, no pudo participar de la victoria de los Hornets, que perdieron a su jugador estrella, Chris Paul, quien tuvo que retirarse conmocionado.
San Antonio 83 L.A. Lakers 99
Pocas veces se ha visto esta temporada semejante exhibición. El primer cuarto de los Lakers en el AT & T Center fue sencillamente prodigioso, diríase perfecto. Los Spurs eran hasta ese momento un equipo prácticamente intocable en su feudo, donde habían encadenado hasta el domingo 22 victorias consecutivas, pero en esos 12 primeros minutos de partido los Lakers mostraron al mundo que están en el camino y que quieren ganar su tercer anillo consecutivo.
Porque ganar 13-34 en el primer cuarto a los Spurs en San Antonio no está al alcance de cualquiera. Y eso que el partido empezó con una canasta a los 17 segundos de juego de Ginóbili, pero rápidamente vino la respuesta de Bynum y Gasol, de los hombres altos visitantes, que dominaron totalmente a los hombres altos locales, y después algunas buenas jugadas de Parker. Eso fue lo que duró el partido, 3 o 4 minutos. Después llegó el rodillo.
El rodillo no fue cualquiera cosa esta vez. Un triple de Odom nada más salir, dominio aplastante de Bynum en los rebotes, un triple de Artest, despertar de Kobe Bryant, un Gasol espectacular que además de anotar le pone un tapón a Duncan para que Brown la vuelque al contraataque, el regreso de Barnes... y se acaba el primer cuarto con 13 a 34 para los californianos. En un abrir y cerrar de ojos, con sólo 6 faltas pitadas -3 por equipo- en 12 minutos celéricos.
Un primer cuarto con números asombrosos: 27,3% de acierto local en el tiro por un 60% visitante, 8 a 17 en el rebote, 3 a 9 en asistencias, sólo 3 bolas perdidas, 2 los Spurs y 1 los Lakers. Repaso en toda regla de Gasol y compañía con 8 puntos de Kobe, 7 de Pau, 8 rebotes y 2 tapones de Bynum y 7 jugadores anotando ya. En el otro bando, sólo Parker acertó algo. Ginóbili, 2 puntos, la primera canasta del partido y Jefferson y Duncan en blanco, sin anotar.
El segundo cuarto no ofrece variaciones. Pau Gasol abre la cuenta de los Lakers permitiéndose el lujo de anotar su primer triple de la temporada. Lo hace desde la esquina. Y todo va a peor para los locales. Llega un triple de Barnes (20-44), un 2 más 1 de Gasol (24-51 a 6:37 del descanso) y Parker y Duncan en el banquillo con cara de pocos amigos. Luego viene una jugada en la que los Spurs atrapan 3 rebotes ofensivos consecutivos y anotan un 2 más 1, la típica jugada que hace variar el rumbo de un partido. Ni por esas. Todo sigue igual. Los Lakers ni se inmutan.
Artest le pone un tapón a Hill y lo celebra como si le fuera la vida (con 29-55 en el marcador). Eso es intensidad. Y poco después un Manu Ginóbili frustrado se enzarza en un enfrentamiento de baja intensidad con Kobe Bryant ¡y Artest pone paz separando a Kobe!. Un gesto que es para que los Spurs terminen por hundirse (que Artest ponga la cabeza...). Al descanso, 37-65 y todo decidido.
Los Lakers en esos extraordinarios primeros 24 minutos han demostrado que, como a lo largo de los últimos días, están defendiendo mejor que nunca, pero es que además han anotado 7 de 13 triples, sólo han perdido 2 balones y sus figuras están de dulce: Kobe Bryant lleva 17 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias y Pau Gasol suma 15 con 4 rebotes y 3 pases de canasta. Bynum domina los rebotes y Odom está haciendo un partido completo. En el otro lado, Parker y nada más.
Casi todo lo que se pueda contar de la segunda parte, sobra. Baste decir que uno de los hitos más notorios tras la reanudación fue la jugada en la que Artest se llevó por delante a dos espectadores y a uno de ellos le tiró todo el café por encima, en una jugada que repetida resulta realmente desternillante.
Por lo demás, Popovich con cara de circunstancias en el banquillo, serio y pensativo, y el 'big three' Duncan-Ginóbili-Parker rumiando muchos minutos su fracaso en la banda, con caras de desolación. Los Lakers llegaron a superar los 30 puntos de ventaja en el tercer cuarto, al que se llegó al final con un rotundo 52-81. Lo demás, lo del último cuarto, fue ya puro maquillaje, aunque Phil Jackson diera muchos minutos en ese cuarto-basura a jugadores como Gasol, Odom, Bryant o Bynum, de forma ciertamente incomprensible.
El resultado quedó finalmente algo edulcorado y la grada lo agradeció. Al final, Kobe Bryant acabó con 26 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias en 31 minutos y Pau Gasol sumó 21 tantos, 6 rebotes y 5 asistencias en 36, con un 7 de 12 en el tiro de campo que incluyó un 1 de 2 en el triple. Odom añadió 15 y 6 asistencias y Bynum, tal y como sucediera en el partido anterior de los Lakers, mostró una insultante superioridad en los tableros: 17 rebotes y 3 tapones en 27 minutos. Artest defendió de cine a Ginóbili y Barnes volvió al juego.
En los Spurs, 15 puntos de Neal y 14 de Parker y Hill. Duncan y Blair rebotearon bien, pero sumaron entre los dos 8 puntos con 3 de 14 en el tiro de campo, Ginóbili sólo logró 6 puntos y 3 asistencias en 30 minutos en un muy mal partido y Jefferson no metió ni una sola canasta de campo.
Si se compara a las dos estrellas hispanas, el rendimiento de Ginóbili y Gasol, puede ser un perfecto reflejo del partido, un símil perfecto del rendimiento de los Spurs y los Lakers, que cada vez parecen más en su mejor línea.
Miami 86 Chicago 87
Miami tiene varios problemas. Uno, que perdió su cuarto partido consecutivo -los 3 últimos contra equipos grandes-; dos, que esta vez cayó ante el equipo que le antecede en la clasificación del Este, con el que mantiene una dura pugna (43-18 los Bulls y 43-20 Miami); tres, que el equipo está lleno de estrellas, pero no sabe ganar en partidos muy igualados.
En esta ocasión, más de lo mismo. Miami ha tenido en la temporada 16 lanzamientos para empatar o ganar partidos en los últimos 10 segundos de un encuentro y sólo ha metido 1. No fue esta vez. Porque los Heat tuvieron la última posesión del encuentro y en esos 10 segundos finales erraron 2 tiros ganadores.
Un parcial de 7-0 había puesto a los locales por delante en el marcador por 86-84 a falta de muy poco tiempo para el final. A 17 segundos de la conclusión, Deng fue a los tiros libres, cosa que no había hecho en todo el partido: anotó el primero, pero falló el segundo. Primer gran error local. No supieron cerrar el rebote y Deng se fue a por el balón dividido y le hicieron personal. Esta vez, con 15 segundos por jugar, anotó los 2 y colocó a los suyos 1 arriba, 86-87.
Llegó la jugada final. Saque de banda tras tiempo muerto y balón para James, que tiene enfrente como defensor a Noah. Se juega el uno contra uno con Noah, penetra a toda velocidad y su entrada se salda con un lamentable 'airball' (muy buena la defensa de Noah), pero el rebote ofensivo es para Wade, que falla el tiro final, ciertamente forzado.
Miami sólo fue capaz de anotar 37 puntos en la segunda parte y otra vez pecó de 'tríodependencia'. James hizo 26 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias, Bosh sumó 23 y Wade 20. El resto, salvo pinceladas de Chalmers, no hizo nada en ataque. En Chicago, 27 tantos de Rose, 18 de Deng, decisivo al final en ataque, 12 y 10 rebotes de Boozer y 11 y 8 de un Noah decisivo al final en defensa.
Cleveland 81 New Orleans 96
La lesión del base Chris Paul, conmocionado tras golpear su cabeza contra el hombro de Ramon Sessions, fue la clave del partido que anoche disputaron Cavs y Hornets. Hasta ese momento, a 4:36 del final del tercer cuarto, todo estaba igualado (61-60), pero tras perder a su líder los Hornets endosaron un parcial de 36 a 20 a los locales y se llevaron el partido.
La gran defensa visitante en la segunda mitad, dejaron en 33 puntos al rival, les permitió vivir un final de partido muy cómodo. West, 23 puntos y 7 rebotes, y Belinelli, 18 tantos, fueron los máximos anotadores de un conjunto en el que volvió a faltar Trevor Ariza, convaleciente de un problema de aductores.
Los Cavs, que apenas fueron capaces de hacer daño en las cercanías de la canasta y se quedaron en un 37% de efectividad en el tiro, tuvieron en Baron Davis, 17 puntos, a su máximo anotador, mientras que Hickson y Sessions hicieron 15.