No ha empezado bien la trayectoria de Kendrick Perkins en su nuevo equipo, los Oklahoma City Thunder, ya que el pívot no podrá debutar hasta dentro de 2 o 3 semanas por culpa de un esguince de rodilla. Más larga todavía será la ausencia de Mike Dunleavy.
El alero de los Pacers fue operado el viernes de una fractura en su pulgar izquierdo y tendrá que descansar entre 6 y 8 semanas antes de regresar a la competición. Un pena para el jugador, que parecía haberse librado hasta el momento de los problemas físicos que le amargaron en anteriores temporadas.
En el caso de Perkins, la lesión del pívot está localizada en su rodilla izquierda y se produjo en su último partido como jugador de los Celtics, frente a Golden State, justo antes de ser traspasado a los Thunder junto a Nate Robinson.
Los servicios médicos de los Celtics hablaron en principio de 1 semana de recuperación, pero los del equipo de Oklahoma creen que deberá reposar más tiempo para asegurar una curación sin problemas posteriores. La rodilla lesionada es la contraria a la que Perkins se lesionó de gravedad en los playoffs de la pasada temporada, una lesión de la que se restableció recientemente.