No bajan tranquilas las aguas de los Lakers. No puede haber sosiego en un equipo bicampeón cuando pierde por 20 puntos en Charlotte tras llegar a acumular una desventaja de 28 tantos. Los Lakers hicieron un horrible encuentro y encadenaron 2 derrotas claras en su gira.
Lo más notable vino de la mano de Phil Jackson tras el partido. Lejos de sus charlas fluidas con los periodistas, esta vez el 'Maestro Zen' fue algo más que escueto. De hecho, protagonizó una de sus intervenciones más cortas ante los medios tras un partido desde que es técnico de la NBA. ¡Háganse una idea del nivel de su enfado!.
Fue rápido, tajante. Sus palabras no encerraban dobles lecturas, ni ejercicios psicológicos en forma de mensajes encriptados. No. Phil Jackson: “Estoy muy decepcionado con nuestra actuación esta noche. Estoy avergonzado de lo que hicimos, eso es todo”. Punto final.
Discurso minimalista en tiempo de crisis. Y el entrenador de los Lakers se encaminó con cara de pocos amigos hacia el vestuario rumiando el 109-89 que acababa de recibir su equipo. Entró en el vestuario y éste se cerró a cal y canto.
Tras la derrota 24 horas antes frente a Orlando Magic, Jackson vino a decir, con un enfado moderado, que sus jugadores se habían tomado el día libre y advirtió de que esperaba que volvieran a la acción contra Charlotte. Pero esa acción fue más bien inacción. Y anoche, el técnico estalló a su modo ante los medios.
Bynum reclama protagonismo
Mientras, Andrew Bynum reconocía el desastre acaecido en la pista, pero a la vez reclamaba un mayor protagonismo en el juego del equipo, algo que es comprensible si se analiza el partido ante los Bobcats, pero que llama la atención al ser Bynum, junto a Artest, uno de los jugadores que están siendo más criticados, hallándose, en cierto modo, en la picota.
El pívot de los Lakers se mostró decepcionado por los pocos minutos que Jackson le tuvo en pista en la segunda parte. Es cierto, que había completado una más que aceptable primera mitad, pero en la segunda apenas salió. La estadística así lo dice: sólo jugó 23 minutos -15 en la primera parte y simplemente 8 en la segunda-. Bynum, tras el encuentro, no lo entendía.
Además, el joven jugador de equipo angelino pedía un mayor protagonismo. Se quejaba de que no le llegaban balones (anoche lanzó 6 veces a canasta en 23 minutos). Por ello, pidió que el equipo jugara más con él de lo que juega.
Eso sí, Bynum reconoció la nefasta labor defensiva del equipo. Y es que jugando así los Lakers no van a ninguna parte.