Una enorme tormenta de nieve y viento que afecta estos días a casi un tercio del territorio estadounidense está poniendo en apuros a la NBA y es que son ya varios los equipos que han tenido problemas para volar. Los últimos, Toronto y Boston.
El frente frío que afecta a todo el medio oeste y noreste del país está provocando la cancelación de numerosos vuelos en estos días, algo que afecta directamente a la cargada agenda de los equipos de la NBA, obligados a viajar continuamente.
Ya el pasado lunes, los Raptors se vieron obligados a quedarse en tierra por culpa de las condiciones meteorológicas cuando trataban de viajar a Atlanta tras jugar en Indianápolis frente a los Pacers y no ha sido hasta hoy miércoles cuando, por fin, han podido emprender viaje.
Los últimos en ser víctimas de las inclemencias meteorológicas han sido los Celtics, que han tenido que prolongar un día más su estancia en la Costa Oeste al no poder regresar a casa desde Sacramento, pese al buen tiempo reinante en California, por culpa de la tormenta existente al otro lado de las Montañas Rocosas.
La franquicia, que no juega hasta el próximo viernes en Dallas, trató de buscar algún vuelo que al menos les acercara a la Costa Este para facilitar la adaptación horaria de cara a sus próximos compromisos, pero les resultó imposible, por lo que decidieron permanecer un día más en la capital del estado de California.
Por ahora, el mal tiempo no ha obligado, como en otras ocasiones, a suspender ningún encuentro, pero está por ver que no termine haciéndolo. Una eventualidad que complicaría el ya de por sí apretado calendario de la liga.