El multimillonario presidente del gigante de las bases de datos Oracle Larry Ellison no ceja en su empeño de convertirse en propietario de una franqucia de la NBA y lo intenta por tercera vez en poco tiempo, está vez con los Kings de Sacramento a los que querría llevar a Anaheim.
Ellison, cuya empresa tiene su sede en la bahía de San Francisco y da nombre al pabellón de los Golden State Warriors, ya intentó este verano hacerse con los propios Warriors, pero finalmente su entonces propietario, Chris Cohan, optó por la oferta presentada por Joe Lacob y Peter Guber.
Posteriormente, el propio Ellison reconoció haber hecho también una oferta por los deficitarios Hornets, con intención, al parecer, de trasladarlos a San José (California), al sur de la propia bahía de San Francisco, pero finalmente fue la misma NBA la que se hizo cargo, provisionalmente, de la franquicia de Nueva Orleans.
Ahora, su nuevo objetivo serían los Kings de Sacramento cuyos dueños, los hermanos Maloof, no verían con malos ojos una buena oferta por el equipo. La intención de Ellison sería mantener el equipo en California, pero trasladarlo a Anaheim, ciudad situada a poco más de 40 kilómetros al sur de Los Ángeles, en el corazón del acaudalado y conservador condado de Orange, y conocida, entre otras cosas, por ser la sede de Disney en la Costa Oeste.
Una operación muy cara
El único problema para realizar tal traslado sería el alto coste de la operación ya que Ellison debería añadir al precio pagado por la franquicia los 30 millones de dólares a abonar a la NBA por el traslado, más 100 millones más a distribuir en partes iguales entre Lakers y Clippers como compensación por establecerse en su zona de influencia.
Aun así, diversas fuentes aseguran que Ellison, uno de los hombres más ricos del mundo -sexto en la lista Forbes con un patrimonio estimado en 28.000 millones de dólares-, no tendría problemas en poner el dinero que hiciera falta para conseguir su objetivo.
El copropietario de los Kings, Joe Maloof, afirmó en su momento que su deseo era mantener el equipo en Sacramento, pero también reconoció que la difícil situacion financiera de la franquicia le obligaba a considerar todas las opciones.
Los Kings no han conseguido que se llegue a un acuerdo para la construcción de un nuevo estadio en Sacramento que sustituya al vetusto ARCO Arena, que en marzo pasará a llamarse Power Balance Pavilion, y mantienen una deuda de 68 millones de dólares con la ciudad, además de un préstamo con la propia NBA, cuyo pago está asfixiándoles económicamente, por lo que una oferta generosa de Ellison sería bien recibida.