Jornada de 3 encuentros, pero los 3 de gran nivel competitivo, muy atractivos. En duelo texano, Dallas se impuso a Houston con actuaciones estelares de Barea y Scola. Mientras, Boston y Miami seguían trayectorias distintas. Los primeros ganaban en Porland y los segundos caían en NY.
De los 4 hispanos que había en liza, sólo el puertorriqueño Carlos Arroyo pasó con más pena que gloria. El resto se hicieron visibles, en algunos casos muy visibles. A esto último se abonaron Barea (19 puntos) y Scola (30 tantos) en el Mavericks-Rockets, porque -además de hacer ambos un gran partido- fueron los que se jugaron los tiros decisivos al final. El acierto mayor cayó del lado boricua.
Mientras, Rudy Fernández hizo un partido bastante completo ante Boston, que con su extraordinaria defensa no dio opciones en el último cuarto a unos Blazers que perdieron en el segundo acto por lesión a Nicolas Batum.
Dallas 111 Houston 105
Comenzó el partido con un 33-15 inesperado en el primer cuarto. La primera en la frente. Pero Houston no se descompuso, trazó su línea de juego y poco a poco fue afinando su baloncesto a la par que acortaba distancias. Al final, esa labor paciente, ordenada y, por qué no decirlo, también preñada de pasión hizo que el equipo de Adelman llegara a los últimos segundos del partido con opción de éxito.
Fue un partido bonito este duelo de máxima rivalidad texana jugado en Dallas. Fue un partido extraño por su ruptura inicial y por algunos de sus protagonistas. Extraño porque el encuentro lo decidieron los suplentes de uno y otro equipo, ya que los de Dallas anotaron 48 puntos y los de Houston 14. Ésta fue la clave fundamental del choque. También extraño por el hecho de que fueran Chandler y Barea los que llevaran la manija ofensiva local. Aunque, no tan extraño.
No tan extraño porque ambos jugadores están viviendo su semana feliz. Chandler, un reboteador con escaso 'punch' ofensivo, firmó anoche su segundo partido de más de 20 puntos en los últimos días y Barea, que venía de anotar 25 puntos, hizo ante los Rockets 19 y metió la canasta más importante del partido, la que decidió medio encuentro.
Chandler lo bordó y acabó con 21 puntos 15 rebotes y 11 de 12 en tiros libres, distancia desde la que últimamente anda fino-fino. Y el puertorriqueño Barea, bueno, J.J está en estado de gracia, en una forma envidiable, rápido en el uno contra uno, certero en la media y larga distancia... Anoche, 19 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias en sólo 24 minutos, con 8 de 10 en el tiro de campo. Jugó los minutos finales y decidió el partido.
Ese final fue un apasionante duelo entre un enorme Luis Scola (30 puntos) y J.J. Los visitantes se habían colocado a 3 puntos al inicio del último cuarto, pero los locales cobraron de nuevo distancia hasta superar la decena. Sin embargo, fue al final cuando Houston, que nunca estuvo por delante en el marcador, puso en más apuros a Dallas.
Ahí llegó el momento maravilloso de ver un enfrentamiento Barea-Scola por alcanzar la hegemonía y ser nombrado jugador crucial del choque. El argentino logró colocar a los suyos a un paso de la victoria (104-103 para Dallas) cuando a 51 segundos del final hizo un fantástico palmeo contra tablero. En la jugada siguiente, Barea hizo un apuesta individual y se marcó un canastón ganador (106-103 con 32 segundos por jugar). Acto seguido, Scola intentó darle la réplica, pero erró el lanzamiento y con él vio cómo se perdía medio partido. A partir de ahí, vorágine de tiros libres y triunfo local.
En Dallas, junto a la eclosión heterodoxa de Barea y Chandler estuvo la aportación ortodoxa de los clásicos: Nowitzki 18 puntos, Terry 15, Kidd 10 asistencias...
Por parte de Houston, intratable Luis Scola, al que sólo las faltas personales le pudieron parar, ya que sólo jugó 29 minutos por problemas de faltas. En esos 29 minutos, números colosales: 30 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias y 14 de 21 en el tiro de 2. Pero lo más notable es que cuando Scola estuvo en cancha, Houston dominó el partido (+16) y cuando el argentino desapareció al ser sustituido su equipo se hundió (-21). Dato esclarecedor.
Kevin Martin sumó 27 puntos y Chuck Hayes se fue a 16 con 8 rebotes.
Portland 78 Boston 88
Portland luchó a brazo partido contra Boston durante los 3 primeros cuartos. Fue en un partido de gran intensidad defensiva, tal y como se esperaba, un partido tal vez no muy bonito de ver para el aficionado medio, pero más que interesante para el más especializado. ¡Da gusto ver jugar a los Celtics por su apuesta colectiva en ataque y defensa!.
Los Blazers, sin embargo, bajaron el pistón en el último cuarto, aunque más bien habría que decir que los Celtics subieron el suyo a base de una labor defensiva maravillosa. Se enfrentaban una de las mejores defensas de la liga (Boston) y uno de los peores ataques (Portland). Y eso se notó al final.
Lo más sorprendente, sin embargo, es que cuando los bostonianos se desprendieron de su rival en el último acto lo hicieron teniendo en pista a Marquis Daniels, Von Wafer y Semih Erden, lo que demuestra el fondo de banquillo de este equipo.
Aún así, ya con los titulares de Boston en cancha, el equipo de Rivers se relajó creyendo tener ya controlado el choque y esa confianza excesiva estuvo a punto de darles un serio disgusto. El despertar de un flojo Matthews con 2 triples y la anotación de otro triple de Rudy Fernández apretaron el marcador porque esos 3 triples consecutivos coincidieron con una cadena de fallos visitantes desde el tiro libre.
Cuando peor estaban las cosas para Boston, emergió Garnett con un rebote ofensivo que mató las últimas ilusiones locales. Y ganó el mejor.
Ganó el equipo que defendió mejor -los dos lo hicieron bien-. Boston dejó a Portland en un 36,7% en el tiro y encaró con más agresividad el aro local (¿o tal vez los árbitros tuvieron un doble rasero?). Porque Portland lanzó 13 tiros libres y Boston 33, algo que agradó poco a los aficionados locales, muy críticos con la labor arbitral.
Pero no todo fueron cosas buenas en los Celtics. Por ejemplo, perdieron 21 balones y cedieron 19 rebotes en su canasta.
A pesar de ello, nunca se descompusieron los Celtics. Ray Allen anotó 18 (espectacular su duelo con Rudy Fernández, que le defendió bastante bien), Paul Pierce sumó 17, aunque se apagó al final, y Kevin Garnett fue decisivo con ese rebote final y con su acercamiento al triple-doble (10 puntos, 9 rebotes y 9 asistencias). Rondo no tuvo un día brillante y Perkins estuvo a muy buen nivel si se tiene en cuenta que ha estado 7 meses parado.
En Portland, 17 puntos y 16 rebotes de Aldridge y 14 y 7 asistencias de Miller. Fueron los más consistentes. También llegaron a la decena, un desafortunado Matthews (12 puntos con 4 de 15 en el tiro) y un completo Rudy Fernández, que acabó con 11 puntos, 5 asistencias, 3 rebotes y 3 robos en 34 minutos. Pero la peor noticia para los locales es que perdieron a Batum en el segundo cuarto sin que se sepa el alcance de la lesión del francés.
New York 93 Miami 88
El partido lo tenía más que controlado Miami, pero el último cuarto de los Heat fue demoledor (29-15). Un cuarto que culminó con dos triples cruciales de Gallinari y Fields (¡qué gran partido hizo el novato!) y con un triple errado por el visitante Chalmers cuando el marcador era 91-88, un triple para el empate ejecutado a 8 segundos del final. Felton decidió acto seguido al transformar 2 tiros libres.
Ambiente de gala en el Madison Square Garden de Nueva York para ver a los dos más mediáticos componentes del 'big three' de Miami. Ausente Bosh, fueron Wade y James los que llevaron todo el peso del ataque visitante, pero no fue suficiente.
De ellos, fue Wade el que sobresalió sobremanera. Su partido fue descollante: 34 puntos, 16 rebotes, 5 asistencias y 14 de 22 en el tiro de campo. James terminó con 24 tantos, 11 rebotes y 5 asistencias, pero estuvo flojo en el tiro (7 de 24). Sólo Jones les secundó, con 15 puntos, todos ellos desde el triple.
El juego de los Heat pareció deslavazado por momentos, pero la calidad de Wade y James equilibró esa falta de unidad colectiva. Chalmers volvió a ser indiscutible titular, aunque estuvo flojo y falló el triple decisivo, y Arroyo fue un hombre invisible (0 puntos tras errar 3 tiros y 1 asistencia fue todo su bagaje en 12 minutos).
Los Knicks vencieron anotando sólo el 36,1% de sus tiros y fallando 23 triples (10 de 33).
El trío estelar estuvo conformado esta vez por Stoudemire (24 puntos, 8 rebotes y 1 triple anotado en su único intento), Gallinari (20 tantos) y el novato Fields, cuya formidable actuación se resume en sus 19 tantos, 13 rebotes y 6 pases de canasta.
Las buenas acciones de Stoudemire, Gallinari y Fields y el buen trabajo defensivo del equipo hicieron olvidar los grises desempeños de Felton y Chandler.