Jornada muy positiva en lo personal para más de un jugador hispano. Es el caso de Carlos Delfino (Milwaukee), Trevor Ariza (New Orleans) y Al Horford (Atlanta). Los 3 brillaron con sus equipos, pero sólo los 2 primeros ganaron. Pero para brillo el de Kevin Durant y Kevin Love.
Durant y Love protagonizaron un duelo increíble en el no menos increíble Minnesota-Oklahoma City, partido sin hispanos resuelto en la prórroga. El primero empató el récord anotador de la temporada con 47 puntos y encima atrapó 18 rebotes; el segundo se fue a 31 puntos y 21 rebotes. No les fue muy a la zaga, en el mismo partido, Michael Beasley, autor de 30 tantos, 9 rebotes y 7 asistencias que pasaron prácticamente desapercibidos. Una locura.
Delfino, mientras, hizo su mejor partido desde que reapareciera hace unos días y fue vital en el triunfo de Milwaukee sobre los Hawks de Horford, que también brilló. Ariza, por su parte, fue pieza clave con 19 puntos en la victoria de los Hornets ante los Warriors.
Milwaukee 98 Atlanta 90
El partido era de Atlanta, que tras dominar los 3 primeros cuartos se presentó en el inicio del último 11 puntos arriba (64-75). Pero llegó el último cuarto y Milwaukee sufrió una transmutación a la par que los Halcones dejaban de volar de repente y caían en picado.
Ese último cuarto resultó brutal: 34-15 para los locales. Esos 12 minutos finales hicieron añicos los pronósticos.
El milagro comenzó con un triple de Carlos Delfino a los 21 segundos de iniciarse el último período. El argentino, que hizo un gran partido, fue un hombre fundamental en los últimos minutos, como lo fue el pequeño Earl Boykins (¡grande, Boykins!). Delfino hizo 9 puntos en el último cuarto a partir de 3 triples y Boykins firmó 11. Con ellos, con Maggette y con la lucha del resto, el frío Bradley Center terminó enloqueciendo.
Maggette lideró a los locales con 22 puntos en 26 minutos. Boykins sumó 20 -también en 26- partiendo desde la segunda unidad, un banquillo del que también partió Delfino para crecer hasta completar su mejor partido desde su vuelta: 15 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias en 32 minutos. El santafesino estuvo sembrado desde el triple (5 de 9). Por fin, atinó el punto de mira que andaba desatinado todavía estos días pasados.
A ese trío fundamental, habría que unir el poder en el rebote de Bogut (14 capturas), que no su acierto en el tiro (3 de 12). El que Bogut no dominara la ofensiva y Douglas-Roberts volviera a las andadas (pasó de los 30 puntos del último partido al 1 de 8 en el tiro de anoche) se solventó gracias a unos suplentes en estado de gracia que sumaron 53 puntos.
Atlanta vivió un cuarto final de pesadilla. En una mala noche de Josh Smith (6 de 20 en el tiro) y un flojo desempeño de Joe Johnson, tuvieron que ser otros los que llevaran la manija: Jamal Crawford (20 puntos) y un Al Horford que, olvidado su problema en el tobillo, volvió a ser una referencia en todos los ámbitos para su equipo. El dominicano acabó con 17 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias. Hizo un 7 de 9 en el tiro de 2, jugó 39 minutos y se permitió el lujo de correr el contraataque para dar una asistencia picada a lo 'Magic' Johnson en el segundo cuarto. Este chico no para de evolucionar.
Golden State 103 New Orleans 112
Si Delfino y Horford sobresalieron, no menos sobresaliente estuvo Trevor Ariza en el Warriors-Hornets, un encuentro que se llevaron los de Nueva Orleans.
El equipo de Monty Williams está en estado de gracia y recuerda al que inició el campeonato a mil por hora. Con la de anoche, suma ya 10 victorias consecutivas y empata el récord de encuentros ganados al hilo en la historia de la franquicia.
Fue, la de Oakland, una victoria clara, rotunda, sin concesiones. El conjunto visitante ya dominaba al final del tercer cuarto por un holgado 76-93 y siempre tuvo el partido en su mano, algo que no es de extrañar acertando el 62,2% de sus tiros.
En un partido jugador a la carrera y con muchas pérdidas, la precisión de los Hornets en el lanzamiento resultó increíble, como maravillosa resultó la dirección de juego de Chris Paul, rey del encuentro con 18 puntos y 17 asistencias.
Paul fue el origen del juego y West y Ariza fueron muchas veces el final. El ala-pívot terminó con 22 puntos y el alero de origen dominicano acabó con 19, a los que añadió 7 rebotes, 4 robos y 2 asistencias. Un partido completísimo, 35 minutos espléndidos, incluso en el tiro, su talón de Aquiles últimamente.
Por parte de Golden State, el poder de su juego de perímetro no fue suficiente. Monta Ellis sumó 26 puntos, Dorell Wright 25 y Stephen Curry 20 para totalizar entre los tres 26 canastas de 41 intentos, es decir, no abusaron del tiro y ejecutaron con maestría sus opciones.
A ellos, se unió desde el interior David Lee -16 puntos y 10 rebotes-. El problema es que el equipo no defendió nada y los suplentes apenas ayudaron.
Minnesota 117 Oklahoma City 118 (tras prórroga)
Partido increíble el disputado en Minneapolis y que acabó con empate a 110 en los 48 minutos reglamentarios.
Increíble por la profusión de actuaciones abrumadoras. Porque abrumador resultó el hombre del partido, Kevin Durant, que terminó con 47 puntos y 18 rebotes, empatando el mejor registro anotador de un jugador esta temporada. Jugó 50 minutos, anotó 15 de 28 en el tiro de campo con 4 triples y estuvo en plan recital. Además de resultar decisivo en la definición del choque.
No menos brillante estuvo Kevin Love, autor en el equipo rival de 31 puntos y 21 rebotes. El lado amargo es que falló, tuvo muy mala suerte, el tiro final del último cuarto que no hubiera dado opción a la prórroga.
Pero es que Minnesota perdió teniendo un segundo pilar increíble, Michael Beasley, que acabó con 30 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias.
En el tiempo reglamentario, Jeff Green (19 puntos y 8 rebotes) empató para los Thunder a 110 con 4 segundos por jugar. Entonces fue cuando Love tuvo el partido en sus manos, pero el gancho final no quiso entrar.
En la prórroga, Durant anotó una tremenda canasta que adelantaba a los visitantes (116-118) y Brewer erraba un tiro libre crucial para los locales (117-118), el rebote fue para Minnesota que tuvo una segunda y última oportunidad, pero el triple ganador de Ridnour, con rectificado en el aire incluido, no tocó aro.