Por muchas voces que surjan en contra de jugar el Día de Navidad, no parece que la supresión de partidos esté en la mente de la NBA. A la liga le salen las cuentas. Sólo hay que comprobar las millonarias audiencias que generaron los 5 encuentros televisados el pasado día 25.
El calendario 'dirigido' siempre depara enfrentamientos programados entre grandes equipos el Día de Navidad. Por ello, los aficionados disfrutaron de un partido estelar (Lakers-Miami), otro grande (Orlando-Boston), dos enfrentamientos de indudable interés (Chicago contra New York y Denver contra Oklahoma City) y sólo un partido menor, como fue el Golden State-Portland.
¿Tiempos de crisis?. Pues, para la NBA no tanto, por mucho que quiera hacer creer lo contrario muchas veces. Tampoco para las dos grandes cadenas que retransmitieron los partidos, la ABC y ESPN, que vieron cómo sus audiencias se incrementaron notablemente con respecto al pasado año y cómo el acumulado de los partidos batía todos los records, superando cualquier medición anterior.
Lakers-Miami, partido estrella
El gran bocado lo pegó la ABC, que retransmitió los dos partidos más interesantes de la jornada, el Lakers-Miami y el Orlando-Boston.
El primero alcanzó un 'rating' nacional de 6.4, un 49% más que el partido que enfrentó el año pasado a Lakers con Cleveland Cavaliers, equipo en el que entonces militaba LeBron James. Ha sido este Lakers-Miami tan esperado el encuentro más visto desde el 7.3 de 'rating' obtenido precisamente por otro enfrentamiento protagonizado por esos dos mismos equipos.
Mientras, el Orlando-Boston logró una audiencia, según la medición de la empresa Nielsen, de 4.6. Es decir, ABC logró un 'rating' medio de 5.5.
Más modestas fueran las cifras de ESPN en sus tres partidos: New York-Chicago obtuvo un 2.7 a nivel nacional, Oklahoma City-Denver hizo un 1.4 y el Golden State-Portland, un 1.3. La media de los tres choques se cifró en un 1.8, lo que supone un incremento del 20% con respecto a los partidos retransmitidos por ESPN el año pasado.
El 'rating' fija el porcentaje de hogares con televisión que sintoniza el partido.