Más que positivo el debut de Gregory Echenique con la elástica de su nuevo equipo, la Universidad de Creighton. El pívot venezolano empezó a sentir el sábado cómo dejaba atrás una larga temporada en el infierno. Una lesión y un cambio de universidad cortaron su progresión deportiva.
Pero ahora, el de Guatire está dispuesto a recuperar ese tiempo perdido. El sábado, en una maratoniana jornada con 100 partidos de la NCAA en juego, la afición de Creighton asistió al debut de un jugador que está llamado a hacer grandes cosas en su tercer año universitario.
El partido fue altamente positivo para el jugador hispano tanto a nivel individual como colectivo. Su equipo, los Bluejays, derrotó a los Bengals (Universidad de Idaho State) por 66 a 60 y Echenique fue una de las tres piezas angulares del triunfo local.
Buenos números
El internacional venezolano dio muy buena imagen teniendo en cuenta su prolongada inactividad. Jugó 18 minutos que aprovechó de forma excelente: 12 puntos, 5 rebotes y 3 tapones con un 3 de 4 en el tiro doble y un 6 de 9 en el libre. Lideró Gregory la segunda unidad del equipo.
Sólo otros dos compañeros estuvieron a su altura. Fueron el base Antoine Young, que acabó con 14 tantos y 7 asistencias, verdadero motor del juego de Creighton, y Doug McDermott, que aportó 12 y 8 rebotes.
El debut de Echenique llegó en el décimo partido de competición de Creighton, que suma 6 victorias y 4 derrotas.
Una trayectoria truncada
Echenique llegó a la NCAA precedido de una notable fama. Su paso por la high school fue brillante y sus inicios en la liga colegial llenaron de esperanza y optimismo al público venezolano.
Arrancó el jugador sudamericano en la competición universitaria de la mano de la Universidad de Rutgers, donde compartió vestuario con el base estadounidense de origen puertorriqueño Mike Rosario, otro diamante en bruto.
En su año como novato, Echenique firmó notables números, acabando la campaña con medias de 8,4 puntos, 8,4 rebotes y 2,4 tapones. Disputó 32 encuentros.
La segunda temporada no fue tan bien. Su estadística no fue nada mala (12,6 puntos, 7,7 rebotes y 2,3 tapones), pero es que sólo pudo disputar 7 encuentros. Una lesión en el ojo izquierdo tras un golpe truncó su buena marcha. Tuvo que pasar por el quirófano y llevar con paciencia una prolongada rehabilitación. Y tras 2 años en Rutgers, dio el salto a Creighton.
Ahora, tras el partido inaugural del sábado, se abre otra vez todo un abanico de posibilidades para Greg, un joven talento que aún tendrá mucho que decir.