Manu Ginóbili y Tony Parker no paran a la hora de ir dejando 'cadáveres' por el camino. Anoche, el derrotado no fue un equipo menor, sino uno de los grandes, Orlando. Los Spurs acumulan 11 victorias al hilo y se colocan ya como mejor equipo de la NBA en solitario.
Para ello, se dio una doble circunstancia, la victoria de San Antonio bajo el liderazgo de un gran Ginóbili y la sorprendente derrota de los Hornets en L.A ante los Clippers, que sólo llevaban hasta la fecha un triunfo.
Además, Houston volvió a perder pese al buen juego de Luis Scola y Utah Jazz se deshizo con gran facilidad de unos Kings que siguen sin encontrar su patrón de juego.
San Antonio 106 Orlando 97
Los aficionados del AT & T Center están encantados de conocerse y de reconocerse en su equipo, una escuadra que está marcando tendencia en este inicio de temporada: 11 triunfos consecutivos para un balance de 12-1 que deja a los de Popovich como el mejor equipo de la NBA en solitario.
En esa fiesta perpetua de los texanos, hay varios protagonistas, pero 2 sobresalen del resto. Por un parte, el argentino Manu Ginóbili, que ha encontrado una amplia ventana de tiempo con buena salud y está volviendo a ser el gran Manu. El de Bahía Blanca está inmenso. Anoche, sin ir más lejos, fue el mejor de los locales con 25 puntos, 6 rebotes, 9 asistencias y 3 triples en 35 minutos llenos de calidad y responsabilidad. Pero es que además fue decisivo.
Porque Gino hizo 10 puntos en el último y definitivo cuarto, ¡y cómo los hizo!. Suyas fueron 2 jugadas cruciales en la definición del choque: un triple a 2:09 del final con el que adelantó a los suyos (97-95) y otra jugada de 3 en fantástica penetración por el carril central con tiro adicional, que resultó definitiva (102-95 a 30 segundos de la conclusión). Fue el rey de la noche.
El otro jugador al que nos referíamos es el francés Tony Parker, pieza clave en el mejor arranque de temporada de los Spurs en la historia de su franquicia. Ante Orlando, 24 puntos y 10 asistencias con gran acierto en el tiro. Su clarividencia está siendo el motor de un juego colectivo envidiable. Esta vez, se sumó Duncan con 15 puntos, los mismos que un Bonner en estado de gracia, ya que hizo un gran último cuarto y terminó con 4 de 4 en el triple (hace unos días hizo un 7 de 7). Popovich jugó muchos minutos con un perfil formado por 4 jugadores exteriores y sólo 1 interior. Era necesario para defender a Lewis en el perímetro. 51 segundos de partido tardó Popo en hacer su primer cambio táctico (Bonner por Blair). Y le funcionó.
Pero lo que de verdad funcionó en los locales fue su equilibrio, su experiencia, su solidez en el juego en los minutos más tensos. De hecho, fue en los últimos 12 minutos cuando los locales apretaron en defensa y consiguieron desequilibrar con un parcial de 32-20 un partido muy igualado. Fue, sobre todo, a base de triples (12 de 19 en el partido, 5 de los triples, anotados en el último acto).
Orlando tuvo que ceder. Los Spurs dieron por imposible controlar a la bestia Howard (26 puntos y 18 rebotes), pero sí pudieron ejercer un férreo control sobre el resto. Nelson metió 15 puntos, Lewis hizo 14 y Carter apenas destacó y para colmo tuvo un problema físico en el último cuarto que le sacó del partido.
L.A.Clippers 99 New Orleans 95
El liderazgo absoluto de San Antonio en la competición fue posible debido al inesperado traspiés de los Hornets en el Staples Center, donde el peor equipo de la liga, los Clippers, derrotó al mejor.
Desafortunado debut en lo colectivo de Jarrett Jack, llegado a New Orleans desde Toronto, pues vio cómo su nuevo equipo perdía por segunda vez en la temporada ante un conjunto que hasta anoche sólo había ganado un encuentro. Así es el baloncesto. Ésa es su grandeza.
Ante casi 18.000 espectadores, los Clippers rompieron por fin su siniestra trayectoria y ahora se colocan con un balance de 2-13. Lo hicieron merced al tirón anotador de Eric Gordon -27 puntos- y un fantástico Blake Griffin -24 y 13 rebotes-, al que le falló la muñeca en el tiro libre (6 de 14). Pero también gracias a la encomiable labor del novato Aminu.
El debut de Jack con los Hornets resultó aciago. Y eso que en lo personal lo hizo muy bien. Terminó con 12 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias en sólo 16 minutos, jugó los minutos decisivos y fue el visitante que mejor funcionó en los segundos finales.
Ésa fue la gran clave. Las dos figuras de los Hornets fallaron en el momento de la verdad. David West, el mejor de lejos, terminó con 30 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias, pero su partidazo quedó cegado al errar un tiro decisivo para empatar el partido en los segundos finales. Y Chris Paul no estuvo demasiado fino -14 puntos- y encima erró el pase que sentenció definitivamente al equipo de Monty Williams.
Belinelli sumó 14 para los Hornets, Okafor capturó 12 rebotes y Trevor Ariza concluyó con 9 tantos, 6 rebotes y 2 pases de canasta en 37 minutos. Tampoco Belinelli -falló un triple en el último minutos- y Ariza -erró 2 tiros libres a 21 segundos del final- contribuyeron mucho en los momentos cruciales. Unos segundos finales que nos dejaron esta gran sorpresa.
Houston 116 Phoenix 123
Fue regresar a la actividad Steve Nash y ver cómo los Suns se reintegraban a la senda del triunfo. La mala suerte le tocó a Houston, que sufrió esa reaparición del base canadiense, que acababa de superar una pequeña lesión.
Los Rockets no levantan cabeza. Suman sólo 3 victorias en 13 partidos y de nada sirve el esfuerzo ofensivo de muchos de sus jugadores, porque el problema de este equipo, una vez más, es que es un coladero defensivo. Penosa la defensa texana.
Kevin Martin anotó 19, Courtney Lee logró 16 y Luis Scola sumó otros 16 con 9 rebotes y 1 tapón en 29 minutos, en otra buena interpretación de baloncesto baldía. Jordan Hill y Brad Miller funcionaron bien en ataque y Lowry sumó 8 asistencias y 6 robos. Pero los Rockets recibieron 123 puntos.
Hasta 14 jugadores anotaron 10 o más puntos en el partido (7 por bando). Un partido de ataque pleno en el que Phoenix se sintió cómodo bajo la batuta de Nash -24 puntos y 9 asistencias- y la ejecución de Jason Richardson -26 con 2 de 2 en el triple y 10 sin fallo en los libres-. Y bajo la labor inconmensurable del veterano Grant Hill, que ofreció 17 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias.
La locura se instaló en la segunda parte. El parcial de los segundos 24 minutos fue de ¡71-64!. Los locales anotaron 40 puntos en el cuarto final. Y no ganaron.
Los Suns tuvieron serios problemas en el rebote, pero atacaron al rival con facilidad. Encestaron los de Arizona igual de bien de 2 (35 de 65) que de 3 (7 de 13). Un 53,8% en cada apartado. Y lanzaron 38 veces desde el tiro libre con gran acierto, frente a sólo 15 intentos de los locales. El equipo de Adelman tiene que espabilar.
Utah 94 Sacramento 83
Los Jazz acribillaron a su rival en los dos cuartos centrales con un parcial de 58 a 34 y se fueron al inicio del último cuarto 22 puntos arriba.
El partido no tuvo color. La fantástica defensa local dejó a los Kings en 83 puntos y un 35,8% de acierto en el tiro de campo.
Utah hizo más tapones -9- que pérdidas de balón -8-. Agresividad más control, sinónimo de victoria bajo la batuta de Deron Williams, aunque el duelo de bases con Tyreke Evans hizo que el juego de ambos se desluciera un poco por la gran competencia en la pista.
El protagonista local fue un C.J.Miles en plena forma (20 puntos en 24 minutos). Al Jefferson ayudó con 19 y 8 rebotes. Pero los de Sloan aplacaron a su rival desde la defensa. Un rival, por cierto, que sigue sin encontrar su patrón de juego y sin hallar su equipo ideal, ya que partido a partido es continuo el desfile de jugadores que entran y salen de la titularidad.
Anoche, sólo el novato Cousins estuvo a cierta altura con 18 puntos y 9 rebotes. Mientras, el dominicano Francisco García sigue en lo bajo de la rotación. Anoche, 6 puntos en 17 minutos con 2 de 3 en el triple.