El campeón de Europa se impuso al campeón de la NBA (92-88) causando el delirio en los 16.236 espectadores que acudieron al Palau Sant Jordi de Barcelona. En un encuentro totalmente competitivo, Pete Mickeal fue el mejor con diferencia de todos cuantos jugaron.
Mickeal hizo unos números de superclase: 26 puntos, 13 rebotes y 7 asistencias. Pero es que, además, anotó en los últimos segundos los 4 tiros libres que dieron la victoria a los suyos.
Los Lakers se tomaron el partido bien en serio, nada que ver con el abandono con el que abordaron en Londres el encuentro ante Minnesota. Y es que ante uno de los peores equipos de la NBA poco importaba perder, pero caer ante el estandarte de Europa podría ser, como así ha sido, un duro golpe para el equipo dominador de la NBA.
Buena prueba de la seriedad con la que Phil Jackson se tomó este compromiso europeo fueron los 41 minutos que jugó Odom, los 36 que disputó Pau Gasol, los 30 que estuvo en cancha Fisher y los 25 de los que dispusieron Kobe Bryant y Ron Artest, el quinteto inicial. El caso más salvaje, el de Bryant, que en Londres jugó 6 minutos al estar tocado y en Barcelona tuvo que atarse los machos y pelear al máximo durante buena parte del encuentro, a pesar de estar a años luz de su mejor físico.
Las claves del choque
Además del impresionante Mickeal, un auténtico jugadorazo, el otro estilete ofensivo del Regal Barcelona fue Juan Carlos Navarro (25 puntos y 6 asistencias, si bien un 7 de 21 en el tiro de campo, idéntica serie que la de su 'hermano' Pau Gasol).
También fueron importantes los triples de Morris, la pelea en la pintura de Vázquez, al que maltrataron los árbitros, y la gran defensa de conjunto de un Barcelona que, además, circuló el balón en ataque mucho mejor que su rival (increíble la canasta de pases celéricos que terminó con mate de Vázquez en el tercer cuarto). Fue así cómo los locales superaron algunos peros, como el gris encuentro de Lorbek o la desastrosa actuación de Ricky Rubio.
Otra clave fueron los triples. El Barcelona abusó del tiro exterior y se fue a un discreto 12 de 38. Pero es que los Lakers no lograron ni un solo triple en los 48 minutos de juego. Su serie: 0 de 14.
En el equipo angelino, el más activo fue Pau Gasol, que tuvo un inicio estelar y luego sufrió más. Acabó el de Sant Boi con 25 puntos y 10 rebotes, siendo de largo el máximo anotador de los Lakers, aunque tuvo un desacierto inusual en el tiro de campo (7 de 21).
El segundo anotador fue Bryant con 15 puntos y horribles porcentajes igualmente. Un 2 de 15 en el tiro de campo con 0 de 6 triples. Es decir, entre Pau y Kobe sumaron un 9 de 34 para olvidar.
El jugador más trabajador de los californianos volvió a ser Odom (12 puntos y 18 rebotes). Los cinco miembros del quinteto inicial hicieron dobles dígitos en anotación. El mal del equipo estuvo, como casi siempre, en la suplencia, que fue un horror y sólo fue capaz de anotar 14 tantos. Una ruina total.
Gasol y Navarro en el inicio
El inicio fue un duelo de aciertos de dos de los grandes protagonistas de la noche: Navarro por los locales y Gasol por los visitantes. Artest ya calentó el encuentro desde las primeras jugadas y el choque se divisaba ya desde el principio igualado, a lo que contribuyó que el Barcelona ya está en ritmo competitivo y los Lakers andan en pretemporada. Ese primer cuarto concluyó con 21-24 para los visitantes.
El segundo acto fue más de lo mismo. Igualdad y tensión competitiva. Las caras y los cuerpos no eran de amistoso. Y en la recta final del cuarto 2 triples de Morris y Navarro adelantaron a los locales. Una canasta final de Odom dejó el marcador al descanso con 1 punto de ventaja para el Barça (45-44).
Para entonces, Gasol sumaba ya 16 puntos y 5 rebotes, siendo el mejor de la contienda, Odom dominaba el rebote y Fisher aportaba lo suyo.
En el Barcelona, Navarro llevaba 12 tantos y Mickeal 10 con 3 rebotes y 4 asistencias. El triple era ya una notable diferencia por entonces. Los locales habían intentado 18 y los visitantes 2 sin éxito.
Segunda mitad: el Barça aguanta la acometida
Empezó el tercer cuarto como había comenzado el partido, con 2 puntos de Gasol, esta vez desde el tiro libre. Sada había salido como base titular en sustitución de un desafortunado Rubio y Kobe seguía jugando minutos, todo lo contrario que en su cita londinense.
Fue en este cuarto cuando el excesivo celo arbitral estuvo a punto de cargarse el partido, ya que los árbitros pitaron y pitaron faltas sin ningún sentido, lo que enojó a la grada.
En ese momento, el Barcelona con Navarro a la cabeza se fue del partido y los Lakers adquirieron su máxima ventaja, un +11 que se diluyó pronto gracias al liderazgo de Mickeal, que se picó con Bryant y aún tuvo tiempo de llevar a los suyos hacia la remontada.
La tensión competitiva seguía al alza. Un triple de Morris (63-64) obligó a pedir un tiempo muerto a Phil Jackson tras un parcial de 14-4 en contra. Y otro triple, éste de Lakovic, adelantó a los catalanes (68-67).
Sólo un jugadón tremendo de uno contra uno de Gasol ante Ndong solucionado casi sobre la bocina permitió irse al final del cuarto a los Lakers por delante (68-70).
Definición del encuentro y delirio local
El último cuarto, el de la definición, parecía un partido oficial. Mucha defensa, gran dureza en el juego y muchos desaciertos en el tiro. Navarro andaba errático y la grada empezaba a adquirir un extra de decibelios ensordecedor.
El partido se movió en una gran igualdad hasta que un triple de Morris y una penetración de Navarro pusieron el 81-76 en el electrónico. Poco después, otro triple, éste de Mickeal, ¡cómo no!, agrandó la brecha, y un poquito más tarde los azulgrana adquirieron 7 puntos de ventaja (86-79). Los Lakers iban a remolque, pero no perdieron el norte en el momento decisivo. No se rindieron. Su orgullo se lo impidió, especialmente el de Gasol y Bryant.
El final fue un carrusel de tiros libres en el que Navarro y Mickeal demostraron lo que son, 2 cracks mundiales. Y el Barcelona consiguió finalmente la hazaña: ganar a todo un doble campeón de la NBA.