Parece inevitable encontrarse de cuando en cuando con los nombres y los rostros de antiguos jugadores de la liga, en algunos casos estrellas, que se tienen que enfrentar a los tribunales, a veces por problemas realmente serios.
Los 2 últimos en ocupar la sección de tribunales de los periódicos norteamericanos han sido Jayson Williams y Jay Vincent.
Al primero, le acaba de caer 1 año de cárcel tras ser sentenciado por un tribunal de Nueva York. El ex jugador de los Nets y los Sixers, de 42 años, se declaró culpable de conducir bebido el día que estrelló su todoterreno contra un árbol en la ciudad de Nueva York, el pasado 5 de enero.
El ex jugador dobló el límite de alcohol permitido en las pruebas que le hicieron tras estampar su Mercedes en pleno Manhattan, el mismo lugar donde ha sido juzgado. A pesar de que, tras el golpe, se sentó en el asiento del acompañante para tratar de engañar a la policía sobre la identidad del conductor, los testigos y un video de vigilancia le delataron como el hombre que iba al volante.
Williams se retiró en el año 2000 por culpa de una lesión, en el segundo año del millonario contrato de 86 millones por 6 temporadas que había firmado con los Nets. Desde entonces su trayectoria ha sido errática y ya fue sentenciado el pasado febrero a un mínimo de 18 meses de cárcel tras declararse culpable del homicidio imprudente de su antiguo chófer, una condena que se sumaba a otra anterior por intentar encubrir esos mismos hechos.
Los antecedentes de Williams han llevado a la juez Rita Mella a imponerle la máxima pena posible en su nueva aparición ante los tribunales, una pena que acumulará a las que ya está cumpliendo.
Jay Vincent acusado de estafa
Otra ex estrella de la NBA que se enfrenta a serios problemas con la justicia es Jay Vincent, acusado de estafar a través de Internet a cerca de 20.000 personas que buscaban un empleo, un engaño cuyo montante total puede rondar los 2 millones de dólares, según la fiscalía.
Vincent, de 51 años, vive actualmente en Lansing, cerca de Detroit, y desde allí sería donde, junto a su supuesto compinche Anthony Portee, también detenido, habría llevado a cabo la millonaria estafa. Ambos afrontan cargos por fraude postal, un delito federal, a los que Vincent añade el de fraude fiscal.
El ex alero de la universidad de Michigan State, donde fue compañero de equipo de Magic Johnson, jugó 9 años en la NBA y promedió 21,4 puntos en su temporada de novato con los Mavericks de Dallas. Allí jugó 5 temporadas antes de que su carrera empezase a decaer y pasara por Washington, Denver, San Antonio, Philadelphia y los Lakers antes de abandonar la NBA en 1990 para terminar jugando en Italia.
Vincent es el hermano mayor del también ex jugador y ex entrenador de la NBA, Sam Vincent. Su abogado ha defendido su inocencia y ha asegurado que el ex jugador es un “hombre de negocios legítimo” y que está cooperando con la investigación.
Según las acusaciones, Vincent y Portee crearon una compañía que pretendía dedicarse a la prueba, certificación y contratación de personal para inspeccionar casas embargadas por entidades bancarias.
Pero todo indica que los contratos y cheques que mostraban en sus anuncios para respaldar la credibilidad de su empresa habían sido falsificados y que su único negocio era cobrar 149 dólares a cada solicitante de empleo por un supuesto seguro de responsabilidad y otros 89 por un certificado de no contar con ancedentes penales.
Según las autoridades, ni los seguros existían, ni Vincent y su amigo realizaban las gestiones de comprobación de antecedentes por las que cobraban y los tests realizados por los solicitantes de empleo acababan amontonados en cajas sin que los ahora incriminados realizasen evaluación alguna de los mismos.