Los equipos europeos son una buena salida para los jugadores NBA que no encuentran equipo o pierden el que tenían. Los recién cortados Kyle Weaver y Taylor Griffin han encontrado acomodo en el viejo continente, lo mismo que Scottie Reynolds, soprendente descarte del draft.
Weaver, tas ser despedido por los Thunder, ha sido el mejor parado de los 3 en cuanto a la oferta recibida ya que nada menos que el Maccabi de Tel Aviv, uno de los mejores equipos europeos, ha decidido contar con él. Un acuerdo que le asegura buenos ingresos y una importante visibilidad entre los ojeadores que le ayudará a la hora de intentar volver.
Más discreto ha sido el destino de Taylor Griffin, hermano de Blake Griffin, en consonancia también con su menor presencia en la NBA, apenas 8 partidos con los Suns. El ala-pívot jugará muy lejos de su hermano menor el próximo año, nada menos que en el Belgacom Lieja, último campeón de la discreta liga belga.
Imaginamos que allí no tendrá problema para jugar de 4 con sus escasos 2 metros de estatura, algo que parece que terminó costándole el puesto en Phoenix.