Poco a poco se van sabiendo nuevos detalles sobre la muerte del ex jugador Lorenzen Wright en Memphis, un suceso que ha conmocionado a todos los aficionados de la NBA. La policía ha confirmado que fue tiroteado e investiga ahora las circunstancias del homicidio.
Más de 70 policías, con la ayuda de un helicóptero, escudriñaban ayer la zona boscosa en que fue hallado el cuerpo sin vida de Wright, dado por desaparecido días antes, en busca de alguna pista que les permita saber quién, cómo y por qué acabó con la vida del ex jugador.
El secreto sobre la investigación es total y tampoco se han dado a conocer todavía los resultados de la autopsia practicada a su cadáver ni el número de impactos de bala que éste presentaba. Oficialmente, no hay sospechosos.
Una visita amenazante
Aunque la policía mantiene una absoluta reserva sobre las investigaciones, hoy se ha sabido, a través del abogado de la ex esposa de Wright, que 3 hombres armados visitaron hace unas semanas la casa de su familia en Memphis, donde residen su ex mujer y sus 6 hijos, preguntando por el jugador.
Wright, que vivía en Atlanta tras su divorcio, no se encontraba allí y antes de irse, los 3 desconocidos le dijeron a Sherra Wright que la matarían a ella o a sus hijos si contaba a alguien lo sucedido, por lo que la mujer no se atrevió a acudir a la policía, aunque sí le narró los hechos a su abogado.
La policía trata de identificar a los 3 hombres e investiga también la llamada realizada desde el móvil del jugador al teléfono de emergencias 911 el mismo día de su desaparición. Según publica el Memphis Commercial Appeal, el operador escuchó con dificultad una voz masculina, supuestamente la de Wright, pronunciando una palabra malsonante y a continuación escuchó al menos 10 disparos. La llamada se cortó y nadie respondió a los intentos del operador de volver a establecer contacto.
Conmoción y tristeza
Mientras la policía trata de arrojar luz a una historia que se va volviendo más misteriosa por momentos, la conmoción y la tristeza por lo ocurrido siguen sacudiendo a todo el mundo del baloncesto.
Las declaraciones de familiares, conocidos y ex compañeros se suceden. Todos coinciden en el carácter afable de un jugador al que, al contrario que a otros, nunca se le conocieron problemas ni amistades peligrosas. Nadie le conocía enemigos. Nadie se explica lo ocurrido.
Hace unos años, cuando abandonó los Grizzlies, el equipo de su ciudad natal, Wright se despidió sin acritud, animando a los aficionados a seguir apoyando a la franquicia. “Si no apoyamos al equipo, se irá. Quiero ser capaz de llevar a mis hijos a los partidos cuando me retire y vuelva a casa”, dijo entonces.
Pero la vuelta a casa ha tenido un final inesperado y trágico para Wright, que ya no podrá cumplir su deseo de llevar a sus hijos a ver a los Grizzlies.