Josh Powell será el próximo año compañero de Al Horford en los Hawks tras haber llegado a un acuerdo con la franquicia de Atlanta cuyos términos no han sido hechos públicos. Mientras, en Arizona, los Suns han decidido prescindir de Taylor Griffin, elección de segunda ronda del pasado año.
La incorporación de Powell a los Hawks permitirá completar su juego interior con un hombre destinado a ser un mero complemento en la plantilla, como lo ha sido en los Lakers las 2 pasadas temporadas. La labor de Powell es clara: dar minutos de refresco a los hombres altos del equipo que dirigirá Larry Drew y bregar en defensa en el que será su sexto equipo NBA en su sexto año como profesional.
El nuevo ala-pívot de los Hawks es un hombre rocoso y poco dotado de cara al aro contrario que el año pasado nos sorprendió desarrollando un más que aceptable tiro de 3 puntos (7 de 16 en la temporada) cuando la defensa contraria le desatendía. Una faceta desconocida en un jugador que sumaba 0 triples de 3 intentos en sus 4 temporadas anteriores, en 3 de las cuales, incluida la anterior con los Lakers, ni siquiera llegó a tirar.
Y si Powell llega a Atlanta, en Phoenix, otro ala-pívot se va. Se trata de Taylor Griffin, elección de segunda ronda de los Suns en el 2009, puesto 48, y a cuyo contrato no garantizado han puesto fin los de Arizona.
Griffin, cuyo hermano Blake fue el número 1 de ese mismo draft de 2009 y no pudo debutar por culpa de una lesión, jugó el año pasado más partidos en la NBADL (15) que en la NBA, donde sólo llegó a vestirse en 8 ocasiones con los Suns y sumó un total de 32 minutos de juego.
Su escaso rendimiento en la pasada Liga de Verano y su incapacidad de abandonar el juego de 4 de su etapa universitaria para adaptarse a la posición de alero en la que los Suns querían ubicarle dada su altura (2,01) ha terminado por decidir a los de Arizona a dar por finalizada su presencia en el equipo.