Dos de los equipos que lucharán por desposeer la próxima temporada a los Lakers de su título de campeones, los Boston Celtics y los Dallas Mavericks, han apostado por reforzar sus posiciones interiores. Los campeones del Este incorporan a Jermaine O’Neal y los Mavs, renuevan a Haywood.
La diferencia entre ambas operaciones es el plazo. La de los Celtics es, sin duda, una apuesta a corto plazo para tratar de desbancar a los Lakers. La de los Mavs, sin embargo, parece mirar un poco más allá y apostar por Haywood para consolidarse como titular en el que ha sido hasta ahora su punto débil, la zona.
La incorporación de O’Neal a los Celtics sigue la política del equipo bostoniano en los últimos años, jugadores veteranos y con oficio que puedan ayudarles a volver a ser campeones. Tras la renovación de Allen y Pierce a precios menores que los de sus anteriores contratos, la incorporación de O’Neal para culminar un tremendo quinteto en el que seguirán estando también Rondo y Garnett.
Un equipo temible, que puede serlo más si Jermaine O’Neal, que ha firmado por 2 años y cerca de 12 millones de dólares, aporta la presencia interior, especialmente en ataque, que le ha faltado a los bostonianos en los últimos años. Para ello, será necesario que su físico propenso a las lesiones aguante y que su cabeza se mantenga suficientemente centrada como para evitar los habituales vaivenes de su juego.
Dallas apuesta por Haywood
Mientras, en Texas, los Mavericks han decidido apostar por Brendan Haywood, llegado el año pasado a Dallas en el intercambio de Josh Howard por Caron Butler, como su pívot de futuro en sustitución de su anterior y fracasada apuesta, Erick Dampier.
Haywood ha llegado a un acuerdo con Dallas que, según Yahoo! Sports, sería por 6 años y unos 55 millones de dólares, aunque equipo y jugador estarían todavía ultimando los flecos del contrato.
La apuesta, en todo caso, parece arriesgada para los Mavs dada la extensión temporal del acuerdo, toda vez que Haywood cumplirá 31 años en noviembre, y sus números hasta el momento que, siendo buenos, están lejos de ser brillantes.
Muchos ven demasiadas similitudes con lo ocurrido en su día con Dampier, incapaz en los últimos años de dar a Dallas la presencia interior que el equipo hubiera necesitado y cuyo intraspasable contrato terminó siendo un lastre para el equipo. La renovación de Haywood aumenta, precisamente, las posibilidades de que Dallas despida a Dampier, cuyo contrato de 13 millones para el próximo año sólo está parcialmente garantizado.