Los Cleveland Cavaliers tendrán que seguir buscando entrenador después de que su apuesta para el puesto, Tom Izzo, haya decidido continuar en el baloncesto universitario pese a la importante oferta económica que le puso sobre la mesa el dueño de los Cavs, Dan Gilbert.
Nada menos que 30 millones de dólares por 5 años, 6 por temporada, el doble de lo que Izzo percibe como entrenador de Michigan State donde tiene contrato hasta 2016. El técnico ha estado más de una semana sopesando los pros y los contras de la oferta de los Cavs y finalmente han sido estos últimos los que más peso parecen haber tenido.
El corazón y la familia han podido más en esta ocasión que el dinero. Izzo, de 55 años. lleva 27 ligado en uno u otro puesto a Michigan State y esa unión estable y sólida ha pesado mucho más que la incertidumbre de una aventura en la NBA al frente de un equipo cuyo estatus en la liga no se conocerá hasta que su máxima estrella, LeBron James, decida desvelar su futuro.
Esa incertidumbre en torno a los Cavs es ahora todavía mayor, después del rechazo de Izzo y la falta de interés en el puesto de otros candidatos como Mike Krzyzewski o Jeff Van Gundy. Tampoco Byron Scott, otro cuyo nombre ha sonado en los últimos días, parece estar por la labor.
Es la pescadilla que se muerde la cola. Dan Gilbert está dispuesto a gastar lo que sea necesario en un entrenador de prestigio que motive a James a quedarse, pero pocos entrenadores quieren arriesgarse a firmar un contrato y quedarse después sin estrella ni referencia en el equipo. Mientras LeBron se decide, si es que no lo ha hecho ya, y juega a dejarse querer por todos, el sinvivir de los Cavs y sus aficionados continúa y promete ser largo.