La solución estaba en casa. Esa es la conclusión a la que parecen haber llegado en Atlanta eligiendo a un miembro de su propio cuerpo técnico, Larry Drew, como nuevo entrenador jefe del equipo. El anuncio está pendiente de hacerse oficial.
Drew, de 52 años, ha sido durante los 6 últimos años el principal asistente del destituido Mike Woodson y los Hawks han decidido apostar por él, descartando a los otros 2 candidatos al puesto, Dwane Casey y Mark Jackson una vez que el cuarto, Avery Johnson, decidió aceptar la oferta de los Nets.
La decisión de la franquicia de Atlanta parece apuntar por lo tanto a una cierta continuidad en la trayectoria del equipo, al apostar por un hombre de la casa, bien relacionado con el vestuario y familiarizado con las interioridades de la franquicia.
En Atlanta, esperan que Drew sea capaz de restablecer la química del equipo, un tanto deteriorada tras el final de la última temporada, y sacar a los Hawks del encorsetamiento ofensivo de las últimas campañas debido al excesivo peso del juego individual de Joe Johnson en el equipo. Johnson se convertirá en agente libre a finales de junio y está por ver si seguirá en el equipo. Por ahora, los Hawks insisten en su deseo de renovarle.
A Drew le llega su primera oportunidad de dirigir un banquillo tras 14 temporadas como asistente en equipos como los Lakers, Wizards, Pistons y Nets y 10 temporadas como base en la NBA -jugó en los Pistons, Kings, Clippers y Lakers- además de un fugaz paso por Europa donde militó en la temporada 1988-89 en el Scavolini de Pesaro italiano. Su mejor campaña fue la 1982-83, en la que promedió 20,1 puntos en unos Kings que por entonces aún jugaban en Kansas City, la ciudad natal de Drew.