El base de los Sacramento Kings Tyreke Evans ha sido denunciado por conducción temeraria después de que un radar de la policía de tráfico californiana detectara su vehículo circulando a más de 200 kilómetros por hora. El jugador ya ha pedido disculpas.
Eran cerca de las 7 de la tarde, hora local, cuando el radar de una patrulla de tráfico que realizaba un control rutinario de velocidad en la Interestatal 80 se disparó al paso del flamante Mercedes S550 de color negro recién estrenado que conducía Evans. El indicador de velocidad del dispositivo de control marcó al paso del vehículo 130 millas por hora (209 km/h), algo poco usual.
No sé sabe muy bien cuál era la razón de que Evans circulara a tan disparatada velocidad, pero la policía está investigando la posibilidad de que el jugador de los Kings estuviera protagonizando algún tipo de carrera o pique con otro vehículo que también fue detectado circulando en ese momento a una altísima velocidad pero que no pudo ser identificado.
La justificación de Evans, sin embargo, es muy diferente. Según el base de los Kings, se dirigía a una barbacoa cerca de su casa en Westlake cuando el amigo que le acompañaba le recordó que había prometido pasarse por un parque a firmar autógrafos a los chavales. Fue al pisar el acelerador para no llegar tarde a esa cita cuando cometió la infracción, según su versión.
“No creí que estuviera yendo tan rápido, pero lo estaba. Tengo que tener cuidado”, ha afirmado Evans, que ha pedido disculpas a la afición, al equipo y a su familia por su comportamiento al volante. “Tengo un brillante futuro por delante y no quiero estropearlo con un accidente de tráfico”, ha asegurado el joven jugador.
El Novato del Año de la pasada temporada ha sido denunciado por conducción temeraria y tendrá que afrontar con casi toda seguridad una importante multa y 30 días de suspensión de su licencia de conducción.