Pau Gasol brilló con luz propia. El español anotó 22 de sus 29 puntos en la segunda parte y 14 de ellos en el decisivo último cuarto en el que formó un tándem espectacular con Kobe Bryant, que batió su récord personal de asistencias en un partido de playoff al dar 13.
Hay signos poderosos que trazan un gran destino para estos Lakers. Gasol está en plena forma y se muestra decisivo en los momentos calientes, Bryant piensa más en el equipo que nunca (13 asistencias en postemporada, lo nunca visto), Odom ha despertado de forma espectacular, Artest está más metido en la dinámica grupal, la segunda unidad funciona mejor que nunca y en este segundo partido hasta 6 jugadores anotaron 10 o más puntos.
Demasiados signos en conjunción para no pensar que estos Lakers vayan a luchar por tercer año consecutivo por el título de la NBA en la gran final. Por de pronto, ya dominan por 2-0 a unos Suns que se ven impotentes ante el caudal ofensivo del equipo californiano.
L.A. Lakers 124 Phoenix 112 (2-0)
Los Lakers dominaron otra vez el partido, aunque en esta ocasión los Suns estuvieron mucho más cerca de protagonizar la sorpresa.
Sin embargo, aunque la renta local nunca fue convincente, siempre dio la impresión de que los angelinos guardaban ases en la manga, como así fue. Uno de esos ases lo sacaron al inicio del partido, tan fulgurante como el primero (36-24); otro, en un explosivo final en el que los locales cargaron con su juego interior, con Gasol desatado, para romper brutalmente la oposición de Phoenix (34-22).
Estos Lakers ofrecen muy buenas sensaciones. En la tarde angelina, hasta Bynum recuperó sus números. El pívot titular de los Lakers había anotado 10 puntos en sus últimos 3 encuentros y su maltrecha rodilla parecía decir basta. Pero esta vez, Bynum hizo 13 puntos y 7 rebotes en 18 minutos. Sólo le frenaron las personales y el hecho de que Gasol jugó los 24 minutos de la segunda parte, siendo en bastantes minutos la única referencia interior de los locales al jugar los Suns con 4 hombres bajos.
El partido comenzó con minutos de tanteo en los que Nash repartió juego, Stoudemire aportó puntos y Lopez rebotes, mientras que en el conjunto de L.A la gran novedad era ver el buen arranque de Artest, el acertado juego de Bynum frente al gris inicio de Gasol y el generoso despliegue de Kobe, muy preocupado de que todos sus compañeros se involucrasen en el juego.
Pasados esos minutos de tanteo, los Lakers ofrecieron ya su primera versión caníbal haciendo un parcial de 10 a 0 para colocarse 8 arriba (21-13) tras los primeros puntos de Gasol en el partido. Las constantes pérdidas de los visitantes en esos minutos les pasaron factura y en la soleada tarde angelina el sol se les volvió a nublar en la pista a los Suns.
Phoenix acumuló 7 pérdidas de balón en este primer período y se vio incapaz de parar la avalancha ofensiva local que se cerró con un triple sobre la bocina de Artest. Los Lakers habian terminado los primeros 12 minutos con 11 asistencias y 5 robos por solo 3 pérdidas, un triple dato demoledor. Y Kobe había dado 6 de esos 11 pases de canasta. La vida sonreía a los de Pau Gasol, que alcanzaban por entonces una efectividad en el tiro del campo del 58% que no decaería prácticamente en toda la noche.
El segundo cuarto comenzó con el dúo Kobe-Pau en el banquillo, con Farmar anotando la primera cesta del período para poner 14 arriba a los suyos y con los Suns desentonados en el tiro, pues exceptuando a Stoudemire, el resto de sus compañeros sumaban por entonces un pobrísimo 6 de 20 en el lanzamiento de campo.
Sin embargo, la mezcla de primera y segunda unidad de los Lakers sin sus dos grandes espadas en pista jugó una mala pasada a Phil Jackson. El equipo se desconectó por un instante del partido y recibió un parcial de 0-7, que con Bryant y Gasol de vuelta inmediata al encuentro se amplió a un 0-11 que dejó el luminoso en un apretado 41 a 38. El equipo de Gentry se había metido en la pomada.
No duró mucho esa templanza de los de Arizona, pues los Lakers poco a poco recuperaron el pulso del partido a pesar de arrastrar algunos problemas para superar la presión que hacían los Suns más allá de media pista.
Los locales recuperaron la ventaja (Bynum puso el 58-45 en el marcador), pero Phoenix resistió la embestida de los campeones para irse al descanso 9 abajo (65-56). Por entonces, Artest era el líder anotador de los Lakers (15 tantos), Gasol aún no había aparecido (sólo sumaba 7), Bryant ya había dado 9 asistencias, Bynum había hecho sus mejores minutos y la suplencia local funcionaba adecuadamente.
En Phoenix, Stoudemire anotaba bien pero languidecía en el rebote, Nash dirigía con convicción y el dúo Richardson-Dudley empezaba a avisar de lo que vendría en el tercer cuarto.
Un tercer cuarto sin duda interesante. Arrancó con un acertadísimo Richardson, que anotó los 7 primeros puntos de su equipo y obligó a pedir un tiempo muerto a Jackson, y prosiguió con la interesante apuesta de Gentry de jugar con 4 hombres bajos, con Richardson y Dudley como martillos pilones desde el triple.
Bynum cometió su cuarta falta personal a 7:32 del final del tercer cuarto y ya no volvió a salir a pista en los últimos 20 minutos de partido y el encuentro, marcadamente ofensivo, se desvió hacia los intereses visitantes por mucho que Gasol y Odom firmaran 3 interesantes conexiones en la pintura. Y 4 puntos de un Grant Hill rejuvenecido que iba a más llevaron el empate al marcador (86-86 a 1:37 del final), un empate que se mantuvo a la conclusión del cuarto -90 a 90-. El quinteto Nash, Richardson, Dudley, Hill y Stoudemire había funcionado.
El último acto arrancó con un triple de Farmar y con Dragic llevándose por delante en una jugada al veterano colegiado Joe Crawford.
Phil Jackson no se anduvo ya con contemplaciones. Siguió con Bryant y Gasol en pista sin hacer su rotación habitual. El 'Maestro Zen' apostó definitivamente por una rotación corta de 8 hombres que le dio importantes dividendos, toda vez que los 3 suplentes -Farmar, Brown y Odom- que utilizó le funcionaron a las mil maravillas.
El juego volvió a recuperar sus 2 hombres altos por equipo y aquí los Lakers hicieron daño, mucho daño.
Gasol, inconmensurable en la segunda parte y especialmente en un tremendo último cuarto, puso un taponazo a Barbosa y le envió involuntariamente a los vestuarios, ya que el brasileño al caer sobre el fondo de la pista se fue contra los espectadores y se golpeó en la cabeza con algo.
Pau fue una referencia inmensa en los últimos minutos y su conexión con Bryant fue sencillamente perfecta. El segundo batió su registro de pases de canasta en un partido de playoff y el primero endosó 14 puntos en el último cuarto a unos Suns impotentes para pararle. Gasol se comió a Stoudemire en ese último cuarto en el que los Lakers llegaron a acumular su máxima ventaja, que fue de 16 puntos.
El internacional español acababa con 29 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias, siendo el jugador local que más tiros hizo de campo y desde la línea de personal, Bryant concluyó con 21 y 13 asistencias, Artest con 18 y Odom con 17 y 11 rebotes desde el banco; en los Suns, Richardson hizo 27 tantos, Hill 23, Nash repartió 15 asistencias y Dudley encestó los 5 triples que intentó.
Al final, minutos espectaculares de los Lakers y cara de gran satisfacción de Jackson en la banda. Y es que los Lakers se encaminan con paso firme hacia su tercera final de la NBA consecutiva.
L.A. Lakers 124 Phoenix 112 (2-0) L.A. LAKERS: Fisher (7), Bryant (21), Artest (18), Gasol (29), Bynum (13) -cinco inicial-, Farmar (11), Brown (8) y Odom (17). |
PHOENIX: Nash (11), Richardson (27), Hill (23), Stoudemire (18), Lopez (7) -cinco inicial-, Dragic (3), Barbosa (3), Dudley (15), Frye (0) y Amundson (5). |
Parciales: 36-24, 29-32, 25-34 y 34-22. |