Excelente arranque de Boston Celtics en la Final de la Conferencia Este. Los de Rivers derrotaron a los Magic en Orlando dominando el marcador durante los 48 minutos de juego, aunque al final se vieran algo apurados. Ray Allen y Paul Pierce brillaron en el ataque céltico.
Los bostonianos siguieron con su magnífico momento de juego mostrado ante Cleveland, ofreciendo una fantástica imagen como equipo y a Orlando se le cortó su formidable racha de resultados, que le había llevado a ganar 8 partidos sin derrota alguna en estos playoffs con marcadores muy holgados, tan holgados que estaban haciendo historia.
Pero la primera derrota de los Magic en la postemporada llegó a las primeras de cambio en esta final del Este, lo que les hace perder la ventaja que les concedía el factor cancha.
Orlando 88 Boston 92 (0-1)
Fue un partido muy de playoff, con mucha defensa, grandes dosis de juego cuerpo a cuerpo, bajos porcetajes de tiro y la lógica tensión originada por lo mucho que se juegan ambos conjuntos.
Pero esa presión extra parece sentarle de maravilla a estos Celtics, que tienen un equipo curtido en estas lides, no en vano está plagado de jugadores veteranos y, además, ya han saboreado las mieles del triunfo con el campeonato de 2008.
Y eso se notó. Se notó la mano de la experiencia en pista y de los grandes argumentos tácticos que Rivers suele desplegar en los grandes momentos en la banda. Y Boston dominó el marcador durante los 48 minutos sin que en ni un solo momento se dejara arrebatar ese liderazgo.
Lo hizo a base de defensa. Orlando llevaba 7 puntos anotados cuando ya habían transcurrido 6 minutos, avanzado y ese primer acto los de Van Gundy perdían ya por 10 a 20 y el cuarto concluyó con un 14-22 que deja bien a las claras el trabajo defensivo visitante, que dejó a los locales en un 4 de 20 en el tiro de campo y sólo 1 asistencia sumada entre todos sus jugadores.
Nelson se veía incapaz de asumir la dirección del juego en unas mínimas condiciones, y es que ayer el base de los Magic, a pesar de imponerse a Rondo, demostró que es un buen anotador y un gran defensor, pero que está a años-luz de los mejores bases de la NBA en lo que respecta a la organización del juego.
Lo peor para los de Florida era que el equipo no funcionaba a pesar de que en el primer cuarto Howard funcionara bien y que Pierce y Ray Allen ya empezaban a mostrar que no se iban a quedar quietos en toda la noche.
Pero peor les fue a los locales en el segundo cuarto. Para empezar, un impresionante alley-oop de Rondo y Tony Allen en la primera jugada del cuarto, para continuar, un parcial de 0-7 que estiró el marcador hasta un preocupante 14-29. Entonces, Van Gundy probó por primera vez con la pareja Howard-Gortat en pista, pero no tuvo éxito.
Para entonces, a Howard ya le estaba empezando a pasar factura la defensa ideada contra él por Rivers, a la que nunca se dedicó Garnett. Una defensa en la que se emplearon, por este orden, jugadores como Perkins, Wallace y Davis. No tuvo un defensor constante Howard, pero sí muchas ayudas y hombres que iban descansando de ese cuerpo a cuerpo para poder asumirlo recuperados.
Y Howard sufrió durante buena parte de la noche. Es cierto que terminó con 13 puntos, 12 rebotes y 5 tapones, pero perdió 7 balones y sus porcentajes fueron pobrísimos (3 de 10 en el tiro de 2 y 7 de 12 en los libres).
Fue entonces, mediado el segundo cuarto, cuando Van Gundy sentó a Howard para que descansara y ese respiro coincidió con los mejores minutos de Orlando, con Gortat como punta de lanza, pues anotó 6 puntos en 3 minutos y acercó a los suyos en el luminoso (28-35). Pero fue un espejismo, ya que los Celtics soportaron con la máxima credibilidad la presión para irse al descanso 9 arriba (32-41).
En esos momentos, había 2 graves problemas en las filas locales. El equipo, netamente triplista -una de sus mejores bazas-, llevaba 0 de 9 desde más allá del arco y había dado 5 asistencias mientras que había perdido 12 balones.
En los Celtics, Ray Allen lideraba el ataque, Garnett el rebote, Rondo dominaba hasta ese momento el control del juego y Wallace (gran partido el suyo) y Tony Allen aportaban desde la segunda unidad.
Tras el paso por vestuarios llegó un momento muy delicado para los de Rivers. El apagado Nelson encadenó nada más empezar el tercer cuarto 8 puntos consecutivos y colocó a los suyos a un paso del liderazgo en el marcador (40-43). Pero entonces surgió el arte sin par de Garnett y Pierce que enfriaron el partido con el dominio de la situación del primero (rebotes y pases) y la capacidad anotadora del segundo. Y con un parcial de 5-22, los Celtics alcanzaron su máxima ventaja (45-65) a 3:48 del final del cuarto.
Fue con un tiro libre de Ray Allen, producto de una técnica pitada a Howard, que no comprendió que le pitaran unos pasos que fueron pasos.
Finalizó el tercer cuarto con un rotundo 58-74 y un balance de 7-17 de los locales en el capítulo asistencias-pérdidas.
Sin embargo, los Magic no habían dado su brazo a torcer, pues en el último cuarto enmendaron muchos de sus errores de la mano del buen tono ofensivo de Nelson y Carter (el mejor local a lo largo de la noche) -ayudados por un Redick que robó el puesto en este cuarto a Barnes-, defendiendo mucho mejor y atacando con una fluidez que nunca habían alcanzado en anteriores minutos. De hecho, el parcial del cuarto fue de 30 a 18.
Van Gundy inició el cuarto otra vez con Gortat -al que debería haber utilizado más- y Howard juntos, pero tampoco funcionó excesivamente bien la jugada, y el partido se movió en diferencias en torno a la decena que se esfumaron en la parte final.
Fue ahí donde se apretó el marcador dejando una imagen ilusoria de lo que había sido el partido. Los locales anotaron 6 puntos seguidos (Carter, Redick y Howard) y se pusieron 85-88 en la recta final de choque. Pero ahí estuvieron Pierce y Ray Allen para ejecutar la victoria desde los tiros libres sin que les temblara lo más mínimo el pulso.
Ray Allen acabó con 25 puntos y Pierce con 22, mientras que Garnett rindió a buen nivel en tableros y defensa y Wallace brilló partiendo del banquillo; En Orlando, Carter sumó 23 y Nelson 20 con 9 rebotes, pero sólo 2 asistencias, mientras que Lewis estuvo apagadísimo, sin poder nunca salir de la marca de Garnett.
Orlando 88 Boston 92 (0-1) ORLANDO: Nelson (20), Carter (23), Barnes (2), Lewis (6), Howard (13) -cinco inicial- Williams (5), Redick (9), Pietrus (4) y Gortat (6). |
BOSTON: Rondo (8), R. Allen (25), Pierce (22), Garnett (8), Perkins (4) -cinco inicial-. T. Allen (6), Wallace (13), Davis (6), Finley (0). |
Parciales: 14-22, 18-19, 26-33 y 30-18. |