Noche redonda para Scott Brooks, que recibió el premio al mejor entrenador del año de la NBA y acto seguido logró con su equipo la primera victoria en playoff de la franquicia, y nada menos que ante los Lakers. Durant superó a Bryant y Pau Gasol fue el mejor jugador visitante.
Se doctoró Kevin Durant en un Ford Center convertido en una maravillosa olla a presión. En los últimos minutos, a diferencia del segundo partido de la serie, el máximo anotador de la NBA desbordó en ataque y en defensa a Kobe Bryant, al que llegó a colocar en la recta final un tapón que bien podría convertirse en imagen icónica de la que fue noche triunfal del conjunto de Oklahoma. Sin olvidar, claro está, el partidazo de Westbrook.
Oklahoma City 101 L.A.Lakers 96 (1-2)
Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Eso ocurrió anoche en la serie Lakers-Thunder. El equipo más joven de la NBA ya había avisado un par de veces, especialmente en el segundo partido, y quien avisa no es traidor. Anoche, en buena lid, los locales derrotaron a los campeones bajo el liderazgo espectacular de Kevin Durant y Russell Westbrook y la aparición por primera vez en la eliminatoria del juego del novato James Harden.
Los Lakers, mientras, tuvieron en Pau Gasol a su mejor hombre, de forma indiscutible. El español mostró la inteligencia de su juego en todo momento y fue el único Laker que reboteó con voracidad. Acabó con 17 puntos, 15 rebotes y 6 asistencias en 43 minutos de juego. Puso 2 tapones, anotó 7 de sus 12 tiros de campo, no erró en 2 tiros libres importantes en la fase final del choque y fue eliminado al cometer su sexta falta a 1 segundo del final en un gesto pleno de frustración.
El otro Laker que dio un paso adelante fue Fisher, que estuvo más participativo que nunca en ataque en los 36 minutos que disputó (17 puntos con 4 de 5 triples).
Porque Kobe Bryant, a pesar de sus 24 puntos y 8 asistencias, fue parte del problema angelino en la parte final del encuentro, donde fue superado de forma espectacular por Durant y se empecinó en resolver el partido desde el más completo desacierto.
Mientras Westbrook y Durant sumaban 8 puntos cada uno en los últimos 6 minutos, Bryant anotaba 2 de 10 en un último cuarto nefasto.
Y el equipo californiano caía derrotado de forma justa porque el rival fue mejor. Se mostraron los Thunder más agresivos en defensa (cerraron tanto el juego interior que permitieron a los Lakers lanzar 31 veces desde el triple, algo inusual en los angelinos), fueron mucho más fuertes en el rebote (53 a 39), donde Gasol estuvo muy solo, y su intensidad y ciertos toques arbitrales hicieron que lanzaran 34 tiros libres por sólo 12 los de Phil Jackson.
Pero ese desenlace feliz para los locales resultaba inimaginable viendo el inicio del partido: 0-10 de principio, tiempo muerto local y extensión del parcial a 3-15. Parecía que el premio se le iba a atragantar a Scott Brooks. Pero este equipo, a pesar de su juventud, tiene una entereza y una fuerza mental a prueba de bomba.
Se equilibró el encuentro poco a poco, pero siempre fue en la primera parte de los Lakers, que se fueron al descanso 44-50 tras dejar a Durant en 8 puntos y 2 de 10 en el tiro. Harden fue el que salvó los muebles locales y Bryant era por entonces el auténtico rey del partido.
Pero en la segunda parte, Durant hizo 21 puntos y Westbrook 17. Fueron el alma de un partido espléndido de su equipo, que empató el partido a 74 en la parte final del tercer cuarto de la forma más espectacular posible, con una volcada estratosférica de Westbrook y 2 triples consecutivos de Durant.
En el inicio del último cuarto, Oklahoma se adelantó y el aparato de la TNT que medía los decibelios del pabellón casi cruje.
A 5:11 del final, los locales dominaban 88-82 con Durant lanzado tras poner un tapón a Kobe y anotar en la siguiente jugada. Y el dominio se extendió a 8 de diferencia (93-85) con menos de 3 minutos por jugar. Pero allí, el miedo a perder local y el amor propio visitante, unido a la resurrección puntual en ataque de Artest y Odom, colocaron el marcador en 96-94 a algo más de 1 minuto del final tras 2 tiros libres transformados por Gasol.
Fue el canto del cisne. Kobe anotó el 98-96 a 13 segundos de la conclusión. Fue lo más cerca que los visitantes estuvieron de la victoria. Esta vez Durant no falló.
Un Durant que terminó con 29 puntos, 19 rebotes (tremendo su poder en los aros) y 4 asistencias. Poco importó que errara 16 de sus 24 tiros a canasta. Westbrook, sensacional: 27 tantos, 8 rebotes y 4 pases de canasta. Y Harden, renacido con 18 puntos -15 en la primera parte-.
En los Lakers, además de Bryant, Gasol y Fisher, casi nada. Artest y Bynum (que fue de más a menos) completaron dobles figuras en anotación (todo el quinteto inicial lo hizo). Pero tras ellos vino el vacío, una segunda unidad lamentable que sumó 14 tantos (Harden anotó más que todos los suplentes de los Lakers). Preocupa y mucho el bajón de Odom desde que se reincorporó Bynum, y eso que anoche mejoró levemente su pobre rendimiento.