Sábado, 17 de abril. Hoy comienzan los playoffs de la NBA correspondientes a la temporada 2009-2010. Han sido 5 meses y medio, 1.230 partidos, una larga trayectoria para llegar ahora al momento de la verdad, al momento en el que ya no se puede fallar. En ese momento se encuentran 8 jugadores hispanos.
Prácticamente la mitad de los hispanos que iniciaron la temporada siguen vivos: 8 de 17. No es mal porcentaje. Algunos con más opciones que otros.
La lista en el Oeste la integran Pau Gasol (Lakers), Manu Ginóbili (Spurs), Eduardo Nájera y José Juan Barea (Mavericks) y Rudy Fernández (Blazers). En el Este, tendremos a Al Horford (Hawks), Carlos Delfino (Bucks) y Carlos Arroyo (Heat).
Habrá, por lo tanto, 2 españoles, 2 argentinos, 2 puertorriqueños (pleno del baloncesto boricua), 1 dominicano y 1 mexicano.
Y veremos 2 eliminatorias con hispanos en los 2 equipos contendientes: Atlanta-Milwaukee en el Este y Dallas-San Antonio en el Oeste, el apasionante duelo texano que es, sin duda, una de las grandes atracciones de esta primera ronda que empezamos a repasar mirando la conferencia Este.
CONFERENCIA ESTE
Cleveland (61-21)-Chicago (41-41)
Es, tal vez, la eliminatoria más desequilibrada a priori, pues se enfrentan el mejor equipo de temporada regular, Cleveland, que se ha permitido sestear de mala manera en los últimos días y Chicago, el último que se coló en los playoffs, en la noche final de la fase regular gracias tanto a su buen balance final (7-3 en los últimos 10 partidos) como al desacierto de su rival, Toronto Raptors, que se quedó fuera.
A nadie se le pasa por la cabeza que LeBron James y los suyos puedan quedar eliminados a las primeras de cambio y a nadie, tampoco, que vayan a pasar apuros ante estos Bulls en los que hay que separar a Del Negro y Paxson, cabezas visibles del proyecto deportivo, para que no la líen.
Un equipo, estos Bulls, que salvo Derrick Rose y un Joakim Noah en gran forma, tienen poco que oponer a Cleveland. Deng no parece el mejor Deng y Salmons partió a otros lares donde ha brillado más.
Al otro lado de la cancha, un equipazo liderado por LeBron James, al que las desgracias le pueden llegar por sus excesivas ansias de atrapar un campeonato. Las mismas que les perdieron el año pasado en la final de conferencia ante unos Magic de Orlando grandes.
Pero con James viajan otros jugadores de relieve. Mo Williams es uno y Jamison es otro, tras una operación en la que Ilgauskas fue y volvió, una operación con los Wizards que puede ser clave para el campeonato. Habrá que ver si Shaquille O'Neal puede aportar algo. Porque los que sí lo harán serán esos jugadores que configuran un batallón de campo enorme, jugadores de tremendo rendimiento colectivo como Parker, Varejao, Moon o Hickson. Y es que no parece haber color en este enfrentamiento.
Atlanta (53-29)-Milwaukee (46-36)
A simple vista parece otra eliminatoria decantada. A no ser que el bueno de Scott Skiles se saque otro conejo de su insondable chistera. Y es que Milwaukee bastante ha hecho con llegar aquí tras perder por lesiones graves a sus dos grandes referencias: Michael Redd y Andrew Bogut.
La baja de Bogut se antoja demasiado para este equipo. Afrontar los playoffs sin él parece una muerte segura. Sin embargo, habrá que ver qué inventan estos Bucks tan plagados de amor propio en los que el argentino Delfino juega ya desde hace unos meses un papel esencial.
Aún así, no parece que Brandon Jennings (tal vez un poco verde para un playoff), John Salmons -magnífico redescubrimiento- o el argentino Carlos Delfino sean suficiente para hacer frente al tremendo juego físico de Atlanta, uno de los equipos mejor conjuntados de la liga. Es verdad que Milwaukee tiene buenos suplentes: un Ridnour que puede cubrir la espalda a Jennings, un Stackhouse que puede aportar conocimiento y experiencia o un Ilyasova que puede hacer cualquier cosa porque tiene una sobrada calidad. Pero también parece poco para esta empresa.
Milwaukee ya ha triunfado al llegar aquí y esto puede ser un arma de doble filo según se maneje.
Los Hawks del dominicano Al Horford son favoritos, no hay duda. Tienen un juego físico imposible de resolver por Milwaukee, un quinteto inicial que se conoce de memoria porque sus jugadores llevan acumulados partidos y partidos juntos, todos conocen al dedillo los sistemas de Mike Woodson, que ejecutan a ciegas, y tienen un sexto hombre formidable, el gran Jamal Crawford, que podría ser titular en cualquier sitio.
Joe Johnson será la referencia ofensiva y el dúo Horford-Smith en el interior puede hacer mucho daño. Afortunadamente para los Bucks, estos Hawks no tienen ningún pívot dominante de 7 pies, lo peor con lo que se podrían topar sin Bogut.
Ganará, sin duda, Atlanta, pero el problema para los Halcones puede ser más a largo plazo, según avancen los playoffs, porque no parece que tengan una profundidad de banquillo suficiente.
Orlando (59-23)-Charlotte (44-38)
Si alabábamos el juego físico de Atlanta, ¿qué decir de estos dos equipos?. Esta va a ser una eliminatoria física-física-física.
Orlando Magic, finalista de la NBA del año pasado y aspirante al título éste, presenta al jugador más físico de la liga (Howard), pero tiene a otros como Lewis, el propio Nelson aunque sea base, Matt Barnes, cuyo amor por el cuerpo llevado al paroxismo se convierte en violencia, Pietrus...
Pero no lo van a tener fácil, porque al otro lado surgen los Boris Diaw (habrá 2 franceses en este enfrentamiento, uno por cada bando), Gerald Wallace, Stephen Jackson, Tyrus Thomas, Tyson Chandler... puro poder negro, genes poderosos.
Ganará Orlando, pero habrá que ver cómo. Y es que la clave estará en si los Bobcats son capaces o no de controlar en la pintura a esa fuerza de la naturaleza llamada Dwight Howard. Tienen al hombre ideal para hacerlo, pero habrá que saber en qué estado físico está. Ese jugador se llama Tyson Chandler, al que las lesiones han frenado en seco, uno de los mejores defensores en las cercanías del aro. Un Chandler que además tuvo un pequeño problema físico ante los Bulls.
Orlando llega viento en popa a esta primera ronda tras haber ganado los 6 partidos que ha disputado en abril. Pero como rival está un equipo entrenador por Larry Brown, un maestro en el terreno defensivo que ha sido capaz de conjuntar un muy buen equipo esta temporada.
Boston (50-32)-Miami (47-35)
Enfrentamiento extraño. Por nombre, experiencia y plantilla, Boston tendría que pasearse, pero la realidad puede ser bien distinta. Y es que a nadie le extrañe que esta eliminatoria pueda irse al séptimo encuentro, aunque sean los Celtics los que tienen casi todas las papeletas para ganarla.
La trayectoria de ambos equipos en el final de temporada hace saltar todas las alarmas en el Garden. Y es que Boston y Miami han terminado de manera opuesta la fase regular. Mientras que el equipo de Rivers ha sembrado las dudas con sus acciones, el de Spoelstra mueve al optimismo. Los números no mienten: los Celtics han ganado sólo 3 de sus últimos 9 partidos, mientras que los Heat ¡han logrado 12 victorias en sus últimos 13 encuentros!. Por eso los campeones de 2008 no las tienen todas consigo.
Por eso y porque enfrente hay un equipo liderado por una superestrella como es Dwyane Wade, al que acompañan Jermaine O'Neal, aunque no sea el gran Jermaine de antes, y un todavía por explotar Michael Beasley. Un equipo que tiene, además, un sexto hombre de enorme solvencia, Haslem, y en el que la comunidad hispana espera que Carlos Arroyo siga como base titular.
Boston no parece en condiciones de luchar en el Este con equipos como Cleveland u Orlando. Rondo va a más, pero su 'big three' -Garnett, Pierce y Ray Allen- parece haber tocado techo y da la sensación de que a partir de ahora irá bajando el pistón. Y su suplencia está plagada de nombres, experiencia, glamour... pero ni Finley es Finley, ni Wallace es Wallace, ni Robinson encuentra su sitio en el universo céltico.
CONFERENCIA OESTE
L.A.Lakers (57-25)-Oklahoma City (50-32)
Otro equipo que ha sembrado de dudas su camino final en la liga regular ha sido el equipo dirigido por Phil Jackson. Kobe Bryant en evidente baja forma y renqueante en el terreno físico, Bynum lesionado, Artest ¿fundido? y una suplencia que sigue siendo un ejército de sospechosos. Pero aún así, los angelinos son favoritos indiscutibles ante estos pujantes Thunder de Scott Brooks.
La eliminatoria tiene una venta fácil y bien que la están exprimiendo ya los medios estadounidenses: Kobe Bryant versus Kevin Durant. Duelo de pistoleros, duelo de generaciones, el presente y pasado de la liga contra el presente y futuro de la competición. Y sabiéndolo, presto ha estado el experto Phil Jackson en encender los ánimos con unas declaraciones sobre lo bien que tratan los árbitros a Durant. Un elemento más de presión.
Pero lo cierto es que estos Thunder son algo más que Durant. Con la estrella viajan otros hombres que forman la columna vertebral del equipo, como son Russell Westbrook y Jeff Green y jóvenes novatos que han causado una gran impresión en su primer año: James Harden y Serge Ibaka.
Pero es que el arsenal de los campeones, si estuvieran a pleno rendimiento, es inabarcable: Bryant, Gasol, Odom, Artest, Bynum... Tremendo.
Gasol (el hombre más en forma de los Lakers) y Odom pueden hacer mucho daño a un equipo sin grandes referencias en la pintura. Artest deberá ser, a priori, el perro de presa de Durant y habrá que ver si Fisher es el gran Fisher de playoffs. En cuanto a la suplencia, salvo Shannon Brown nadie parece a salvo. Bueno, tal vez Jordan Farmar, pero se lesionó en el último partido.
Pero sobre todo habrá que ver cómo está físicamente Kobe, que ha podido descansar en los últimos partidos, no como Durant, que ha jugado los 82 partidos a tope que para eso es joven.
Denver (53-29)-Utah (53-29)
No es que lo digan sus balances, es que lo dicen sus equipos. Ésta es una de las eliminatorias más igualadas de esta primera ronda, pero ese equilibrio se puede romper según sean las circunstancias. Porque hay muchas dudas en torno a estos 2 equipos.
La primera radica en cómo se comportará en momentos cruciales Denver sin George Karl al mando, ya que estará alejado de las canchas a causa del cáncer que padece. Y la segunda -en el mismo bando- será saber si Kenyon Martin puede afrontar la lucha en buenas condiciones físicas, porque no está claro que su rodilla le vaya a responder.
Pero es que en el otro bando la situación es de todo o nada. Boozer, Okur y Kirilenko están en la cuerda floja, con problemas físicos, y no se sabe muy bien hasta que punto pueden o no afectar a su juego.
Desde luego, cualquiera de estas bajas sería importante, pero la de Boozer resultaría capital. Aunque tengan los Jazz a un gran sustituto, Paul Millsap, la baja de Boozer ante un equipo tan físico en la pintura (Martin, Nene, Andersen) sería dejarse media victoria por el camino.
Los Jazz tienen a su favor la experiencia y sabiduría de su entrenador, Jerry Sloan, más si no está enfrente Karl. El dúo Williams-Boozer es letal, Millsap es un gran complemento desde la banca, Wesley Matthews ha crecido inesperadamente y Kyle Korver puede romper partidos desde el perímetro.
Especialmente bello será el duelo de bases. La juventud de Williams contra la experiencia de Billups.
Porque Denver vivirá de Billups y de su gran estrella Carmelo Anthony, clave en la eliminatoria. Pero también de un sexto hombre microondas, J.R.Smith, y de su poder físico.
Eso sí, si hubiera que apostar teniendo en cuenta la recta final de temporada, la apuesta sería por Utah, porque Denver se ha desfondado al final.
Dallas (55-27)-San Antonio (50-32)
Es la eliminatoria con más jugadores hispanos (Nájera, Barea y Ginóbili) y la más apasionante por los contendientes que la conforman. No me digan quién es el favorito. No lo sé. Ni siquiera el factor cancha parece decisivo.
Los especialistas dan una ligera ventaja a los Mavericks. Es cierto que tienen un equipo más profundo y también más lleno de individualidades de corte estelar, pero también es verdad que los Spurs cuentan con Ginóbili, Parker y Duncan, un trío ciertamente peculiar que aunque no atraviesa su mejor momento puede resurgir en cualquier recodo del camino. Y tienen a Popovich, claro, un mago a la hora de acertar en los momentos en los que a casi todos sus rivales les tiembla el pulso.
Es una pena que estos dos equipos se tengan que cruzar tan pronto. En Texas, se deben estar tirando de los pelos. Eso sí, este duelo texano se va a vender pero que muy bien.
Dallas, tras fallar estrepitosamente en la final de 2006, tiene ahora una buena oportunidad de intentar asaltar el título, aunque aparezca un paso detrás de Lakers, Cavaliers o Magic. Y es que la franquicia ha confeccionado un equipazo en torno a Nowitzki, un equipo con jugadores estelares de un maravilloso corte colectivo -tipo Kidd, Marion o Butler-, con un sexto hombre de vértigo -Jason Terry-. Y ha sido capaz de apuntalar el ala de la casa más débil, el juego interior.
Ahora mismo, con Dampier y Haywood, los Mavs no son una amenaza ofensiva en la zona, pero disponen de un muro defensivo que puede intentar parar a incontenibles pívots de otros equipos.
Y junto a todos ellos, 2 hispanos: el mexicano Eduardo Nájera y el puertorriqueño José Juan Barea, que tendrán sus minutos.
Mientras, los Spurs han crecido de forma exponencial siguiendo el crecimiento de un maravilloso Manu Ginóbili. Popovich afronta por fin un playoff con Ginóbili a tope, algo que no ocurría desde hace 2 años, y la cosa cambia, cambia mucho.
Es verdad que Parker no está bien, que Duncan, aún siendo peligrosísimo, ya no es el mejor Duncan porque a su edad no crecerá más y que Richard Jefferson no ha cuajado en el equipo. Además, George Hill está lesionado y es duda.
Pero a pesar de todo, estos Spurs saben ganar, saben lo que es llevarse un título y son muy peligrosos, con muy buenos jugadores de complemento como Blair -gran futuro el suyo-, McDyess, Mason o Bonner.
Phoenix (54-28)-Portland (50-32)
Deberían ganar los Suns. Portland se presenta en esta primera ronda con el peor escenario posible: su estrella, Brandon Roy, está lesionada y no jugará.
Es, sin duda, la gran oportunidad de Rudy Fernández, sustituto natural de Roy. Llega esta oportunidad, si al final es tal, en playoffs y contra el equipo que lo eligió en el draft, Phoenix. En buena lógica, sin Roy no habrá color, pero ¿será éste el momento de que Estados Unidos descubra al verdadero Rudy?. Habrá que ver si tiene la oportunidad y, de tenerla, si la aprovecha.
Phoenix es favorito. Tiene el factor cancha a favor y a casi todos sus hombres al máximo. Les falta a los Suns el lesionado Robin Lopez y no tienen al Leandro Barbosa que les hubiera gustado tener. Es una pena, porque la temporada del brasileño ha sido un desastre entre lesiones y bajo rendimiento.
Por lo demás, cuentan con un base extraordinario, Nash, que es capaz de hacer lo imposible en los momentos cruciales, disponen de un Stoudemire en plenitud de forma -fantásticas sus últimas semanas-, de un Grant Hill que a la vejez ha alcanzado una solidez física inexplicable y de un Jason Richardson que ha ido a más.
Además, Dragic es ya un buen suplente de Nash y Frye y Amundson pueden aportar desde la banca. Pero lo más importante es que este equipo, además de atacar, también defiende.
Pero para defensa la de los Blazers. El equipo está un paso por detrás de los Suns, pero todo se puede esperar de un grupo entrenador por McMillan. Portland ha sobrevivido a las lesiones y lo ha hecho defendiendo.
La llegada de Marcus Camby ha sido providencial. Ha encajado perfectamente, ha dado aún más solidez defensiva, ha consolidado el rebote y forma una pareja muy interesante con Aldridge, que deberá ser la estrella de los de Oregón, junto a Miller.
También tendrán que dar un paso adelante jugadores como Fernández, Webster o Bayless. Pero la cosa pinta difícil para estos sorprendentes Blazers.