Como siempre, el final de temporada trae consigo decisiones en todos los equipos, algunas tan fulminantes como el despido del técnico de los Sixers, Eddie Jordan, que no ha conseguido sobrevivir ni siquiera 24 horas al cierre de una campaña decepcionante.
Los Sixers han sumado 27 victorias y 55 derrotas, un “inaceptable” paso atrás, en palabras de su presidente, Ed Stefanski, tras haber alcanzado la fase final en las 2 pasadas temporadas.
“Lo que esperaba que sucediera no ha ocurrido”, ha afirmado Stefanski, “La decisión no fue la correcta”. Y sobre la actual plantilla también era contundente: “Tendremos que hacer cambios, está claro”.
Eddie Jordan y su ofensiva Princeton, un sistema que nunca gustó a sus jugadores, se marchan por donde vinieron a comienzo de temporada, pese a que al entrenador de los Sixers aún le restaban 2 años de contrato valorados en 6 millones de dólares. Ahora la franquicia de Filadelfia deberá buscar su cuarto entrenador en 3 temporada, un mal síntoma.
Pocas horas antes de su despido, Eddie Jordan declaraba no estar preocupado sobre su estabilidad laboral, pese a los rumores sobre su marcha que existían desde hace tiempo, y pedía más tiempo para hacer funcionar al equipo, un tiempo que Stefanski no ha querido concederle tras la lamentable temporada llevada a cabo por el equipo.