Pau Gasol se quedó a 1 asistencia de completar el que hubiera sido su primer triple-doble de la temporada y los Lakers demostraron su poderío justo en el momento en el que arreciaban las críticas. Lo exhibieron ante un poderoso rival del Oeste, los Utah Jazz.
Odom y Bryant llevaron la manija ofensiva, decidiendo con sus puntos en el último cuarto y el equipo angelino defendió espléndidamente al conjunto mormón.
Mientras, Memphis ganó a New Orleans sin poder contar con Marc Gasol, lesionado, y los Knicks cayeron ante los Warriors en un partido sin defensas en el que Sergio Rodríguez pasó de puntillas. Un partido en el que David Lee protagonizó uno de los más descomunales triples-dobles que se recuerdan: ¡37 puntos, 20 rebotes y 10 asistencias!. Totalizó 54 de valoración.
L.A. Lakers 106 Utah 92
Era uno de los partidos más atractivos de la jornada del viernes, ya que los campeones estaban en solfa por parte de algunos 'sesudos' periodistas deportivos y los Jazz se presentaban en el Staples Center como alternativa seria al cetro del Oeste, que hoy por hoy sigue estando en manos del conjunto de Phil Jackson.
Y el orden no se invirtió. Porque estos Lakers son así, cuanto más arrecian las críticas, más a fondo se emplean y mejores resultados alcanzan. No hay duda de que este equipo parece que juega a medio gas la mitad de sus partidos o al menos la mitad o tres cuartas partes de cada partido que le enfrenta a rivales de calibre menor. También es verdad que sólo así se puede sobrevivir físicamente en esta exigente competición.
El de anoche no era partido para reservas y pronto lo entendieron los locales, que lo dieron todo en un primer cuarto excepcional. Un cuarto en el que todo el quinteto inicial participó de la fiesta, y estos Lakers cuando juegan en clave colectiva son imparables. Resultado en los primeros 12 minutos, 33 a 16. Eso es poner la directa.
Luego, las cosas se calmaron. Los de Sloan se centraron un poquito y los Lakers se relajaron tras tan fenomenal muestra de talento.
Aún así, el conjunto californiano tuvo siempre controlado el encuentro hasta que en el inicio del cuarto período los visitantes se acercaron a 4 (75-71). Entonces, los de Jackson demostraron que están en otra galaxia, apretaron el acelerador y con un Lamar Odom brutal y un Kobe Bryant incisivo firmaron un parcial de 16-1 para dejar a sur rival en la cuneta. Tan fácil como eso.
Los Lakers ganaron fácil a los Jazz porque defendieron espléndidamente y porque todas sus estrellas funcionaron de uno u otro modo, haciendo así olvidar otra noche decepcionante de la segunda unidad, en la que sólo se libró Josh Powell.
Bryant, el día de su astronómica renovación, estuvo desafortunado en el tiro (5 de 23), aunque resolutivo en los tiros libres (15 de 18). Anotó 25 puntos, pero lo importante es que cuando se le pidió estar, en los momentos decisivos, estuvo.
Los 2 pilares en los que se basó la victoria fueron, por orden de importancia, Odom y Gasol. El primero estuvo inconmensurable. Hizo 26 puntos (13 en el decisivo último cuarto y casi todos en el parcial crucial de 16-1). Además, capturó 13 rebotes. Sus porcentajes, excelsos: 8 de 10 en el tiro doble y 3 de 4 en el triple. Con él en pista, +30 para su equipo.
En cuanto a Pau Gasol, estuvo duro, muy duro, y demostró una visión de juego impecable, algo incuestionable en el de Sant Boi. Es cierto que no anotó punto alguno en el último cuarto, pero aportó mucho al juego. Terminó con 14 puntos, 16 rebotes y 9 asistencias, al borde del triple-doble. Y sumó 31 de valoración. Las críticas sin sentido le hacen siempre más fuerte.
A ellos se sumó el gran trabajo defensivo de Artest y la buena aportación ofensiva esta vez de Fisher, que logró 14 unidades.
Los Jazz perdieron medio partido en la línea de tiros libres (29 anotaron los locales por 12 los visitantes, que hicieron un 57,1% de acierto). Boozer (20 puntos y 18 rebotes) y Deron Williams (20 y 10 asistencias) volvieron a ser sus estrellas, bien acompañadas por Matthews. Pero el equipo no mostró ser una alternativa seria a los Lakers.
Golden State 128 New York 117
El visitante David Lee se marcó un partido colosal, pero volvió a perder con estos sonrojantes Knicks. Lee firmó 37 puntos, 20 rebotes y 10 asistencias, un triple-doble de campanillas que resultó inservible. Porque en este equipo no defiende nadie y nadie sabe a qué juega. ¿Sabe a qué juega D'Antoni?. Ésa es tal vez la pregunta más importante que habría que responder.
Anoche, más de lo mismo. McGrady que se va tras jugar 14 minutos porque su rodilla no puede aguantar el ritmo frenético de los Warriors, D'Antoni que le da esta vez 33 minutos al defenestrado Duhon, que lo hizo bien, House que juega 6... El técnico está mareando a todos sus jugadores.
Uno de los mareados es Sergio Rodríguez, que no encuentra su sitio y tiene un pie fuera de la Gran Manzana. Anoche, 12 minutos para nada: 2 puntos, 1 asistencia y 3 pérdidas. Mal el canario.
El partido fue un festín ofensivo sin sentido. De la inexistente defensa neoyorquina dan prueba estos datos sonrojantes como equipo: los Warriors hicieron 128 puntos acertando el 57,4% de sus tiros, lograron 60 puntos desde la pintura y 35 de contraataque. Canastas fáciles a mansalva.
Jugaron los locales a la carrera y sólo perdieron 10 balones -por 22 de su rival-, otro dato significativo de la 'presión extenuante' del entramado defensivo de D'Antoni.
Más datos para la reflexión. Los 3 mejores anotadores locales acertaron ¡35 de sus 47 lanzamientos a canasta!. Sin oposición. Anthony Morrow anotó 35 puntos con 16 de 23; Reggie Williams hizo 23 con 11 de 13; y Corey Maggette sumó 21 con 8 de 11.
Y los Knicks sufrieron en California otra derrota. Con el mencionado Lee y el italiano Gallinari (29 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias) como únicos integrantes del equipo que salvaron su imagen. Y luego estuvo Duhon, claro, porque es noticia que Duhon anote 14 puntos. Y si no, que se lo digan a su entrenador.
Memphis 107 New Orleans 96
Sin Marc Gasol y con la peor versión de la temporada de Zach Randolph (6 puntos y 6 rebotes en 22 minutos), los Grizzlies ganaron de forma convincente a los Hornets, tirando de sus hombres exteriores y, lo que es noticia, de su segunda unidad.
Porque los mejores momentos locales vinieron de la mano de Marcus Williams en la dirección y Sam Young en la ejecución. Young brilló con 19 puntos y 7 rebotes en 21 minutos casi infalibles.
A él se sumaron los titulares de siempre. Mayo estuvo excelente con 27 puntos y 5 triples, Gay sumó 20 tantos con 9 rebotes y Conley se quedó en 15 puntos.
Memphis dominó el rebote y superó con cierta comodidad a unos Hornets que tuvieron como hombres más destacados a jugadores también bajos. Marcus Thornton hizo 19 puntos y los bases Chris Paul y Darren Collison ayudaron con 16 puntos y 8 asistencias el primero y 15 tantos el segundo.