Derrota de los Lakers en Nueva Orleans a pesar de la tremenda exhibición baloncestística de un incontenible Pau Gasol, que ha acabado el partido con 26 puntos y 22 rebotes en 40 espléndidos minutos. Mientras, los Spurs, sin Ginóbili, hicieron el ridículo al perder con los Nets.
Junto a Gasol ha estado Kobe Bryant, que hizo 31 puntos, pero en el lado contrario hasta 7 jugadores aportaron una actividad importante en diversas facetas del juego, lo que llevó al triunfo a los locales.
Pero la noche deparó una notable noticia. Los Nets ya no serán el peor equipo de la historia. No lo serán porque anoche lograron su victoria número 10 en la temporada a costa de unos paupérrimos Spurs, que sin Ginóbili, ausente por precaución, parecen quedar en nada.
New Orleans 108 L.A. Lakers 100
Pau Gasol logró ante los Hornets el segundo doble 20 de su carrera y con idénticas cifras de las logradas en su primero (26 puntos y 22 rebotes), que tuvo lugar en diciembre ante Milwaukee.
Tremendo el jugador catalán, que anotó los primeros 12 puntos de su equipo en el partido y alcanzó antes de llegar al descanso el doble doble con 14 tantos y 10 rebotes.
Pero ahí no quedó la casa. El de Sant Boi estaba que crujía y siguió erre que erre machacando los tableros en ambos lados de la cancha hasta terminar con 26 puntos, 22 rebotes (10 de ellos ofensivos), 2 tapones y 2 asistencias en 40 minutos de juego. Hizo 11 de 21 en el tiro de campo y 4 libres sin fallo para totalizar 41 de valoración. Y todo ello después de venir de hacer su mejor registro anotador de la temporada con 30 puntos. Definitivamente, Pau está en forma.
Los Lakers, no. O al menos no terminan de estarlo. Encadenan victoria y de repente decepcionan. Dan una sensación de equipo y a la vuelta de la esquina se desvanece. Esto sucedió hoy.
Porque ganó un equipo con un banquillo hiperactivo a un grupo de individualidades con una segunda unidad improductiva.
En los Lakers, además del inmenso Gasol, produjo a gran escala Kobe Bryant (31 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias). Y pare usted de contar.
Artest hizo 14 puntos y 7 rebotes, pero casi toda su anotación se produjo al inicio del partido, Odom fue de menos a más, pero su rendimiento fue insuficiente y la segunda unidad naufragó por completo, salvo durante algunos minutos del último cuarto. No anotó los primeros puntos un suplente hasta casi acabar el tercer cuarto, todo un dato, y al final sólo se salvó Farmar, que hizo 8 de los 12 puntos anotados por toda la suplencia.
New Orleans fue otra cosa. Tanto en la vanguardia como en la retaguardia todos se aplicaron con ahínco. El mejor ejemplo es comprobar el reparto ofensivo tan increíble que lograron los locales. Y es que participaron en la victoria casi todos.
David West hizo 20 puntos, Marcus Thornton 18, Darren Collison 17 en 21 minutos y Chris Paul 15 y 13 asistencias, de las cuales 7 llegaron en un maravilloso primer cuarto. Además, Posey y Songaila contribuyeron de forma decisiva desde la banca y jugaron estupendamente minutos cruciales del partido y Okafor reboteó con poderío. Toda una armada llena de posibilidades.
Sin embargo, no fue fácil al final. Tal vez porque a los Hornets les entró el miedo a perder y a los Lakers les surgió el orgullo del campeón.
Sea como fuere, los locales se pusieron 17 puntos arriba (85-68) a 9:41 del final y esa formidable ventaja quedó reducida a 5 (89-84) cuando restaban 4:24. En medio de este cambio de rumbo del partido estuvo una de esas decisiones mágicas de un genio incontrolable como es Phil Jackson.
Jackson hizo algo normal en él e inesperado para el resto de los mortales cuando arreciaba la tormenta. Con Gasol descansando en el banquillo, sacó también de cancha a Bryant y dejó con toda la tostada a la segunda unidad que tan mal lo había hecho hasta entonces (Brown, Farmar y Mbenga) en compañía de un Odom igualmente desacertado y de un irregular Artest. Un quinteto bastante defensivo y con mucho que demostrar tras el fiasco que llevaban en el día. Y ese quinteto funcionó con Farmar como estrella hasta que Pau y Kobe regresaron a la cancha.
Con lo que no contaba Jackson era con que los locales aguantaran el tirón y con aplomo resolvieran desde los tiros libres, con destacada actuación de un Posey imperturbable. Y terminaron ganando los Hornets ante el cabreo monumental con los árbitros de un frustrado Kobe Bryant.
New Jersey 90 San Antonio 84
Los fieles aficionados que aún tienen el valor de acudir al IZOD Center celebraron ayer por todo lo alto el triunfo de su equipo. Y es que viendo las gradas parecía que los Nets habían ganado algún título. Pues no, simplemente habían salvado el honor de la franquicia, que no es poco.
Ganaron los Nets y buena parte del triunfo han de agradecérselo al bueno de Gregg Popovich. Y es que Popo, viendo que Ginóbili tenía algunos dolores en la espalda, decidió reservar por precaución al jugador argentino, que vestido de calle siguió el partido desde el banquillo.
Fue quedarse los texanos sin Manu y perder el norte desde el salto inicial, algo más que significativo. Hoy por hoy, los Spurs sin Gino son una pena. Al menos, ayer lo fueron.
Desastrosa imagen la ofrecida por el equipo texano en East Rutherford donde una noche que se dirigía a una nueva derrota acabó en fiesta.
Décima victoria de New Jersey que aleja todos los fantasmas. El equipo ha jugado 74 partidos y ha perdido 64, pero ya no será el peor de la historia. Lo que es un alivio para Vandeweghe y los suyos.
Anoche, les funcionó su particular 'big three'. Brook Lopez hizo 22 puntos y 12 rebotes, Courtney Lee sumó 19 y Devin Harris añadió 17 y 9 pases de canasta. Y por añadidura, Terrence Williams ejerció de preciso sexto hombre.
Los Spurs sufrieron una incomprensible derrota sumando 18 puntos en el último cuarto. Y perdieron ante un equipo que sólo anotó el 37,6% de sus tiros. Pero es que los controles de balón marcaron el desenlace (los Nets 6 robos por sólo 4 pérdidas, los Spurs 1 y 16).
George Hill logró 19 puntos y Richard Jefferson 16. Tim Duncan, algo cansado, se quedó en 13 con 12 rebotes y Bonner y Blair estuvieron excelentes desde la banca, especialmente Blair -11 puntos y 11 rebotes en 17 minutos-. Pero la derrota llegó, dejando a todos estupefactos.