Otra vez la mejor versión de Manu Ginóbili. El argentino hizo la mitad de sus 30 puntos en un último cuarto prodigioso en el que destrozó al mejor equipo de la temporada, Cleveland, y al mejor jugador de la campaña, LeBron James. Los Spurs han recuperado al gran Ginóbili.
El mes de marzo está resultando especialmente agradable para los buenos aficionados al baloncesto y para todos los fanáticos que siguen con devoción las evoluciones del fantástico jugador de Bahía Blanca, que está poniendo día a día su renovación contractual por las nubes gracias a su juego.
Pero la jornada no fue completamente feliz para el baloncesto argentino, que vivió anoche las dos caras extremas, por opuestas, del deporte: los 30 puntos de Ginóbili y la escalofriante lesión de Carlitos Delfino, que a punto estuvo de dejarse la vida en la cancha tras pisarle el cuello de forma involuntaria Udonis Haslem, pieza clave con Wade y Arroyo del triunfo de Miami en Milwaukee.
Afortunadamente, son muy buenas las noticias que llegan, ya que parece que el santafesino está bien. Mientras, el también santafesino Nocioni y el dominicano García cayeron con Sacramento en Boston e hicieron partidos intrascendentes.
San Antonio 102 Cleveland 97
En el AT & T Center nadie va a perdonar a los mandatarios de la franquicia que dejen escapar a uno de sus grandes ídolos, Manu Ginóbili. Y menos aún tras el brutal mes de marzo que está protagonizando, brillando un día sí y otro también desde que es titular en ausencia de Parker.
Los Spurs no pudieron hace escasas fechas con los Lakers, pero sí dieron cuenta anoche de los Cavaliers. En los 2 enfrentamientos hubo un punto común: el magnífico rendimiento de Ginóbili, que ayer alcanzó, si cabe, unas cotas más altas.
Porque Gino se cargó a Cleveland y dejó en nada el partido de su estrella, LeBron James, llevándose todos los focos finales. Los números del argentino, de auténtico all-star: 30 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias en 36 minutos. Anotó 10 de sus 19 tiros de campo -con 3 de 5 en el triple- y 7 de sus 8 lanzamientos libres. Pero con todo, lo más importante fue su capacidad para dar un golpe en la mesa y decidir con su genialidad el partido.
El de Bahía Blanca encestó la mitad de sus 30 puntos, es decir 15, en el último cuarto, el decisivo. Los hizo de todos los colores: desde media distancia, intentándolo desde el perímetro más elejado -el triple-, penetrando e incluso volcándola en el aro. Porque este Manu completamente recuperado tiene de nuevo la agilidad de piernas y los muelles de antaño para irse en el uno contra uno y rematar de cualquier forma posible sus penetraciones.
Tuvo el 20 de los Spus, tres muy buenos escuderos: Tim Duncan, Richard Jefferson y George Hill. Es decir, todos los hombres importantes del equipo funcionaron. Ninguno falló.
Duncan, aún así, anduvo justo de carburante y acabó con 16 puntos y más asistencias que rebotes (5 y 4). Jefferson hizo otros 16 tantos y Hill se fue a 14 con 9 rebotes y 6 asistencias, si bien falló mucho (6 de 17 en el tiro con un 0 de 5 en el triple).
Los suplentes aportaron más bien poco, a excepción de Blair.
Los Cavaliers, mientras, controlaron perfectamente el partido en la primera parte, mientras su defensa funcionó. Pero en la segunda, su retaguardia no pudo parar el empuje local y recibió 57 puntos.
Es verdad que tuvieron un serio contratiempo en la primera mitad al perder por lesión a Anderson Varejao. Pero también es verdad que el equipo ya cuenta en sus filas con el regresado Zydrunas Ilgauskas, que jugó 19 minutos en San Antonio.
La ofensiva del equipo de Ohio descansó en un trío esencial. LeBron James logró 27 puntos y 10 asistencias; Antawn Jamison, 24 y 9 rebotes; y J.J.Hickson aportó 20 tantos y 8 capturas en los aros.
En un encuentro de una enorme igualdad en todos los capítulos del juego, el desenlace se decidió por detalles, el más grueso de los cuales se llamó Ginóbili.
Sin embargo, un triple de James a 6 segundos del final (100-97) aún le puso emoción a los instantes últimos, pero los locales decidieron con un mate del marginal Hairston, su única canasta en un partido cuyo nombre propio no fue otro que el de Emanuel Ginóbili.
Milwaukee 74 Miami 87
En el primer cuarto, el visitante Jermaine O'Neal hizo un mal gesto con su pie cuando fue a penetrar hacia canasta y se lesionó. Una hiperextensión de la rodilla que le llevó a los vestuarios para ya no volver. Fue una imagen áspera.
Pero nada que ver con la que vendría después, dura, muy dura de digerir, y que afectó a uno de los nuestros, a Carlos Delfino.
Estábamos en la recta final del segundo cuarto cuando Delfino cayó en la zona y cuando estaba tumbado en el suelo el pie de Haslem, con todo su peso cayó sobre el cuello del internacional argentino. Y todos nos temimos lo peor. Con el corazón en un puño vimos cómo el jugador permanecía inmóvil en la pista y cómo las asistencias se lo llevaban inmovilizado en una camilla. Ahora sabemos que mueve sin problemas las extremidades, que está consciente y que todo ha sido un susto. Y respiramos aliviados.
El partido fue una carrera de obstáculos para los Bucks, que se presentaron sin Bogut, lesionado, perdieron a Delfino para la segunda parte y tuvieron a un Jennings muy menor (4 puntos con 1 de 8 en el tiro). Con estas circunstancias, la derrota parecía segura, como así fue. Porque Salmons en solitario -23 tantos- no basta.
Enfrente estuvieron unos Heat que también tuvieron el grave problema inicial de perder a O'Neal, pero que demostraron que han vuelto a entrar en otra de sus fases hiperdefensivas en las que juego y resultados acompañan. Y después de apabullar a Chicago en el United Center, anoche dominaron a Milwaukee en el Bradley Center.
Lo hicieron a base de una poderosísima defensa que dejó al rival en 74 puntos, un 31,5% de acierto en el tiro de campo, 3 de 20 triples y sólo 9 asistencias.
Arroyo volvió a ser el acertado timonel de los de Florida y en 41 minutos de juego dirigió con seguridad el juego visitante, aportando 9 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias. Está el jugador boricua, muy probablemente, en su momento más dulce de la temporada, en la que ha sufrido muchos vaivenes que le han llevado de la titularidad al ostracismo y viceversa. Ahora parece estable y en un puesto de privilegio.
Pero el máximo artífice del triunfo fue, cómo no, Dwyane Wade, que hizo 30 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias, 3 robos y tiró muy bien a canasta. Y Udonis Haslem, que además de protagonizar el desafortunado incidente con Delfino de forma involuntaria, arrasó en el rebote al capturar nada menos que 18.
Boston 94 Sacramento 86
Viajaban García y Nocioni con sus Kings al difícil Garden para enfrentarse a los Celtics y las dificultades se revelaron desde el primer momento.
Un parcial de 32-17 en el primer cuarto puso las cosas en su sitio sin dar tiempo casi que ni a sentarse en la grada. La primera parte acabó 57-37 y todo lo que vino después fue puro y relajado maquillaje.
Ambos equipos protagonizaron un festival del desatino desde el triple al anotar conjuntamente 4 de 29 (3 de 17 los locales y 1 de 12 los visitantes). Pero la clave estuvo en el control del balón (13 robos y 8 pérdidas por 6 y 17) y, claro está, en la calidad superior de unos Celtics que con sus nuevos refuerzos de mitad de temporada deberían de ir más sobrados.
La buena noticia para Rivers es que recuperó a su original 'big three': Pierce, Ray Allen y Garnett. El primero logró 22 puntos y 8 rebotes; el segundo ayudó con 20 tantos; y el tercero brilló con 18, 13 rebotes y 4 tapones. Todo ello bajo la magistral batuta del gran Rondo, que proporcionó a unos y otros 18 asistencias.
Sacramento fue mejorando con el paso de los minutos, pero cuando ya era demasiado tarde. Landry fue su mejor arma (30 puntos y 8 rebotes) y Udrih volvió a cumplir con creces -16 tantos, 12 asistencias y 5 robos-. No así los dos hispanos del equipo, que apenas hicieron nada.
Nocioni disputó 11 minutos en los que anotó 1 de sus 5 lanzamientos para terminar con 2 puntos, 3 rebotes, 1 asistencias y 1 robo. Mejoró con respecto a su horrible partido anterior, pero poco. Y García cayó de la rotación para jugar sólo 6 minutos en los que falló sus 3 tiros a canasta y sólo hizo 1 rebote y 1 asistencia.