Testimonio de grandeza. Ahí quedó eso. El argentino Luis Scola la lió anoche en la fría Minneapolis con 25 puntos y 21 rebotes que llevaron a Houston al triunfo. El entrenador rival, Kurt Rambis, no lo dudó a la hora de rendirse a los encantos de 'Luifa'.
Luisito se aprovechó de la fragilidad de los hombres altos de Minnesota, que salvo Love -ausente Jefferson- nada tienen que decir en esta liga. Junto a él brillaron Kevin Martin y Aaron Brooks.
Mientras, Dallas a lo suyo, que es ganar. Undécimo éxito al hilo con muchos jugadores aportando, entre otros un extraordinario Beaubois -24 puntos- y un magnífico Nájera -11 puntos en 20 minutos-. Barea cumplió también en su estancia en la pista.
Y en el estado de Utah, los Jazz ganaron con facilidad a los Clippers de la mano de Okur y Boozer.
Minnesota 98 Houston 112
Lo decía el entrenador local, Kurt Rambis, al final del partido. Aseguraba el ex jugador de los Lakers que Scola es un tremendo jugador que sabe entender el juego y debía pensar el bueno de Rambis la cantidad de 'scolas' que su equipo necesita para dar un paso adelante mientras esperan a Ricky Rubio.
Lo de anoche fue bárbaro. Scola anduvo por las nubes, como si no fuera capaz de bajar de ellas, atrapando rechaces por doquier, anotando, defendiendo, bloqueando, animando a los suyos, sudando, excelso.
El argentino firmó una primera mitad magnífica en la que con 17 puntos y 12 rebotes lideró el dominio de los suyos, que ya habían marcado la iniciativa con su gran desempeño ofensivo en el primer cuarto, al anotar 33 unidades.
Porque el partido fue indiscutiblemente de los texanos, que acabaron el tercer cuarto con 16 puntos a su favor.
No contaron de nuevo los Rockets con Ariza y Lowry, lesionados, pero sí contaron con una gran noche en el juego, con 11 triples anotados, buen poder reboteador y una gran capacidad asociativa en el ataque. Y eso que venían de una muy mala racha, pues llegaban habiendo perdido 5 de sus últimos 7 partidos.
Pero ahí estaba Scola, jugador al que le sobra corazón, experiencia, sabiduría, calidad e ímpetu, y con su doble 20 se alzó entre todos. Sus números fueron envidiables: 25 tantos, 21 rebotes -su cifra récord en la NBA- y 2 asistencias. Poco importó que en los 44 minutos que jugó perdiera 6 balones. Terminó con 11 de 22 en el tiro de campo.
Porque el partido fue del trío mágico integrado por Aaron Brooks (base) -25 puntos y 9 asistencias-, Kevin Martin (escolta) -30 puntos- y el citado Scola, que está jugando de pívot ante la baja de Ming y que es ya la referencia con más centímetros de los Rockets, lo que no deja de ser preocupante. Entre los 3 lanzaron 68 de los 97 lanzamientos de su equipo y anotaron 80 de sus 112 puntos.
El resto fueron meros acompañantes, destacando dentro de ese resto el sólido Battier.
Minnesota jamás supo resolver su problema en la pintura. Salió de inicio con Ryan Hollins y Darko Milicic como hombres altos y eso es un suicidio, aunque quien empuñara la pistola fuera 'Luifa'.
Su única referencia en los aros, Kevin Love, volvió a salir de la banca para brillar (20 puntos y 11 rebotes). Ryan Gomes hizo 17 y Ramon Sessions tuvo un buen día -14 puntos en 19 minutos-. Pero el equipo volvió a fracasar. Estos Wolves no tienen recorrido.
Chicago 116 Dallas 122
Poco importó que los Mavs acudieran al United Center sin hombres altos (Dampier y Haywood) y sin su maravilloso sexto hombre (Terry). Porque la política del equipo de Carlisle, su suma y sigue, permanece intacta.
Llevan ya los texanos 11 triunfos seguidos y son, sin duda, el equipo más en forma de la NBA. Y en ello participan todos. Bueno, los pocos que su entrenador quiere, pues ayer se fue a una rotación de 8 jugadores.
La participación coral resultó espectacular. Nowitzki 27 puntos, Butler 24, el francés Beaubois otros 24, Marion 18... el único titular que no alcanzó la decena fue Kidd, pero hizo ¡11 rebotes y 15 asistencias!. De todos ellos, mención especial para Beaubois, en espléndido momento. El base galo hizo 35 minutos magistrales en los que también añadió 5 rebotes y 5 asistencias.
Y luego en la suplencia, doble presencia hispana. Barea jugó bien en los 20 minutos que se ejercitó en la cancha. Logró 7 puntos, dio 5 asistencias y no perdió un solo balón. Pero lo mejor vino de la mano de un Eduardo Nájera extrañamente ofensivo: 11 puntos en 20 minutos. El de Chihuahua anotó 3 triples de 6 intentos y esta vez se aplicó con igual acierto en ambos lados de la cancha.
Dallas fue una máquina de jugar. El equipo ganó los 3 primeros parciales y se presentó 14 arriba en el inicio del último cuarto, pero nada fue fácil ayer para los texanos, que tuvieron que pelear la victoria.
Los Mavs anotaron el 56,3% de sus tiros, lograron 11 triples y su mejor arma fue la brutal relación asistencias-pérdidas (¡31 a 6!), clave de un partido en el que hubo muy pocas pérdidas, mucho acierto en el tiro y poca defensa.
En Chicago, el líder indiscutible fue Rose -34 puntos y 8 asistencias-. Brad Miller sumó 17 tantos y Jannero Pargo estuvo muy eficiente en los pocos minutos que jugó, siendo Deng la decepción de la noche.
Se cumple el pronóstico
Utah cumplió con su papel de favorito ante Clippers y ganó por un cómodo 107 a 85 tras endosar a su rival un parcial de 56-35 en la segunda parte.
La clave estadística del partido estuvo en la relación robos-pérdidas en la que los locales hicieron un 12-6 y los visitantes un paupérrimo 3-19. Esta diferencia implicó muchísimas posesiones extras para un equipo mormón que encontró su sentido ofensivo en las figuras de Mehmet Okur, 27 puntos, y Carlos Boozer -17 y 17 rebotes-. Importante el camino ascendente de 'Memo', porque el turco es importante en este equipo.
En los Clippers, Gooden hizo 20 puntos y 12 rebotes y Kaman se fue a 12 y 13, mientras que los hombres exteriores apenas aparecieron.