Seguro que, horas antes del encuentro, en la mente de Antawn Jamison la imagen de su primer partido con los Cavaliers no se parecía en nada a lo que realmente fue. El ala-pívot de Louisiana vivió uno de sus peores noches y protagonizó un hecho histórico en lo negativo.
Nunca antes en la historia de la NBA un jugador había fallado tantos tiros sin lograr ningún acierto como falló Jamison anoche en Charlotte. No se sabe si fueron los nervios, el súbito cambio de ubicación, la falta de sincronía con sus compañeros, el ansia por tratar de hacerlo bien o una mezcla de todo ello, pero Antawn no dio una a derechas a la hora de lanzar a canasta.
Hasta 12 veces erró en el tiro el jugador formado precisamente muy cerca de Charlotte, en la universidad de Carolina del Norte. En 2 ocasiones no tocó ni siquiera el aro y sufrió 5 tapones de la inmisericorde defensa local.
Sus 12 errores sin acierto superaron los 10 de Corie Blount, en 2001 con los Warriors, y de Kevin McKenna, en 1983 con los Pacers, y los 9 de Sydney Green en 1990 con los Spurs. A nadie le había ido tan mal en su primer partido con un nuevo equipo.
Algo sorprendente si tenemos en cuenta que Jamison no es precisamente ni un cualquiera ni un recién llegado a la liga, sino un jugador con un espléndido historial y un promedio de 19,9 puntos anotados en sus, con éste, casi 12 años de carrera en la NBA. Un hombre que ha sido 2 veces All-Star y por quien los Cavaliers han apostado para ayudar a LeBron a llevarles al título.
Pero la de ayer, no fue su noche, sin lugar a dudas. Acabado el encuentro, Jamison se reía por no llorar y prometía que no volvería a ocurrir algo así. “Simplemente fue una de esas noches. No volverá a suceder. Lo prometo”, aseguraba al final del partido el involuntario protagonista de la anécdota de la jornada.