La jornada más loca de la NBA, la del final del plazo para traspasar jugadores, se convirtió también en la más loca en el marcador. Sólo había 2 partidos, pero ¡qué partidos!. Los 2 mejores de la competición, Cleveland y Lakers, perdieron en casa ante Denver y Boston.
En ambos casos, los partidos se decidieron por un pequeño detalle. Los Lakers cayeron ante los Celtics por 1 punto en otro buen partido de Pau Gasol (máximo anotador local con 22 puntos) y Cleveland cedió por 2 puntos tras la disputa de una prórroga. Los dos encuentros fueron como la noche y el día: el primero marcadamente defensivo y el segundo profundamente ofensivo.
Este último partido, sin hispanos, deparó lo más memorable de la noche, el fantástico duelo protagonizado por Carmelo Anthony y LeBron James. Sumaron 83 puntos y ambos alcanzaron los 40. 'Melo' ganó con 40 tantos y LeBron perdió a pesar de firmar uno de los más brutales triples dobles que se recuerdan (43 puntos, 13 rebotes y 15 asistencias). Fue Anthony el que decidió el partido con una canasta en el último segundo.
L.A.Lakers 86 Boston 87
Los Lakers se enfrentaban por quinta jornada consecutiva a un partido sin Kobe Bryant y por primera vez perdieron. Fue ante unos Celtics al completo y por sólo 1 punto. No está nada mal.
Pero ese planteamiento cerebral no le sirve a los jugadores, ni a los aficionados, que mediado el cuarto período pensaron que podían llevarse un partido que durante 40 minutos fue exclusivamente de Boston, aunque nunca por un gran margen.
El primer cuarto fue la excepción, viendo lo que vino después. Fue un cuarto de mucho ataque en el que los Celtics ya empezaron a mandar en el luminoso yéndose de 10 puntos (20-30), pero un afortunado final de los locales -con un mate de Gasol ante Wallace y un triple sobre la bocina de Brown- dejó el marcador en un apretado 27-30.
A partir de ahí, todo fue defensa y sufrimiento por parte de los Lakers, que estuvieron continuamente a remolque y que cada vez que se acercaban veían cómo los célticos volvian a irse. Eso sí, nunca por más de 11 puntos.
Esa desventaja la vivieron mediado el segundo cuarto tras 2 robos de Rondo (36-47), Pero los Lakers no se descompusieron y tirando de Gasol y Odom volvieron al partido, convertido en un balancín en el que los dos equipos avalaban su juego con los buenos números de sus figuras. Los locales con Gasol, Bynum, Odom y Artest y los visitantes con Rondo, Ray Allen, Garnett y Pierce.
Se llegó al descanso con un 48-53, con los Lakers negados desde el triple pero perdiendo sólo 4 balones y los Celtics anotando un 55% de sus tiros de campo. Pero la clave de la derrota local ya estaba presente en estos momentos, en un dato: 24 minutos de juego, 7 asistencias de los angelinos. Porque la clave de Rivers fue defender perfectamente el poste para que Pau Gasol pudiera, en todo caso, anotar, pero nunca repartir con fluidez el juego.
El tercer cuarto fue el cuarto de un tremendo Ray Allen, que ya había estado enorme en los dos primeros. El escolta martirizó a un gran defensor, como es Shannon Brown, metiéndole prácticamente todos los tiros que hizo en los 3 primeros cuartos hasta totalizar en esos minutos 24 puntos.
También fue el cuarto de los problemas de faltas de Kevin Garnett, lo que redujo la capacidad defensiva de los suyos y permitió a Gasol jugar con menos presión en el poste -aunque Davis y Perkins tampoco se anduvieron con tonterías-.
En la parte final del cuarto, Jackson probó con Odom, Bynum y Gasol juntos, pero el experimento duró poco.
Y llegado el último cuarto, el control se le fue de las manos a los bostonianos. Hubo para ello varias circunstancias: se vio a un Vujacic desconocido, para bien, la defensa local mejoró notablemente hasta alcanzar grandes cotas de excelencia y el público se vino arriba de forma sensacional.
Con el quinteto formado por Farmar, Brown, Vujacic, Odom y Gasol, los Lakers hicieron su mejor baloncesto hasta que un triple de Odom empató el choque a 80 a más de 8 minutos del final. Momentos después, un parcial de 13-0 colocó a los californianos 4 arriba (84-80), momento en el que Jackson aprovechó para dar descanso a Gasol.
A partir de ahí el apagón. Un parcial de ¡2-7 en los últimos 7 minutos de juego!. Minutos de juego marcados por una acalorada intensidad defensiva, el frenesí en la grada y el desacierto ofensivo. Porque parecía un partido de playoff de los duros, más bien de los muy duros (el último cuarto acabó con 17 a 11 para los locales).
En ese marco, de intensidad irrefrenable, el partido quedó a expensas de detalles. Gasol perdió un balón al arriesgar mucho en un pase que hubiera sido crucial a 31 segundos del final y Paul Pierce falló a 5 segundos de la conclusión la canasta que hubiera puesto el 86-89, pero el gran detalle llegó en ese momento.
Odom capturó el rebote, faltaban 6 segundos y se encaminó a la carrera -sin encomendarse a dios ni al diablo- a la canasta contraria sin hacer efectivo tiempo muerto alguno y con dos segundos por jugar se plantó en el aro rival y erró la entrada. Afortunadamente, Pau Gasol, como demuestra la imagen de TNT, salvó a los suyos en colaboración con el banquillo al solicitar un tiempo muerto antes de que Odom errara su jugada. Pero por el camino se habían perdido 4 segundos tal vez cruciales, pues los árbitros podían haber pitado antes el tiempo muerto.
Con 2 segundos por jugar, los Lakers sacaron de banda pero el tiro de Fisher ni tocó aro.
Pau Gasol fue el máximo anotador Laker con 22 puntos, a los que añadió 7 rebotes, 3 tapones y sólo 1 asistencias en 37 minutos. Estuvo fino el español en el tiro: 7 de 12 de campo y 8 de 8 en libres. Pero como el resto de sus compañeros se encasquilló en la recta final.
Artest hizo 15 tantos y 8 rebotes, Bynum se fue a 14 y 9 y Odom sumó 13 y 14 rebotes, siendo un hombre fundamental para que su equipo fuera competitivo. Y los suplentes locales anotaron 24 puntos por sólo 12 de los visitantes, que estuvieron muy flojos, sobre todo Wallace.
En los Celtics, Ray Allen sumó 24 tantos, pero los baluartes en los momentos decisivos fueron Rondo (14 puntos, 11 asistencias, 5 robos y 5 rebotes) y Perkins (13 puntos y 14 rebotes). Pierce fue de más a menos y Garnett lo hizo bien, pero no pudo jugar más que 26 minutos debido a las faltas.
Denver gana en Cleveland
Si en el Staples Center se jugó a la baja, por lo que respecta a los puntos, en el Quicken Loans Arena se jugó al alza y Denver rompió una fantástica racha de triunfos de los Cavs al derrotar al mejor equipo de la liga por 116-118 tras una prórroga, ya que el tiempo reglamentario concluyó con empate a 106.
El partido sirvió para vivir el gran duelo de la noche y uno de los duelos del año, visto el resultado. Porque el enfrentamiento LeBron James-Carmelo Anthony resultó memorable.
Baste decir que los Cavaliers perdieron a pesar de que LeBron se fue a 43 puntos, 13 rebotes y 15 asistencias, monumental triple-doble en cuyos términos no se movía nadie desde que Oscar Robertson hiciera algo semejante en 1962. Además, puso 4 tapones. De nada sirvió.
Porque el que se llevó el gato al agua fue 'Melo', que concluyó con 40 tantos, 6 rebotes, 7 asistencias y victoria de su equipo con una canasta suya a 1 segundo del final que superó el empate propiciado 22 segundos antes por LeBron James.
A Anthony le apoyaron un colosal Kenyon Martin (18 puntos y 17 rebotes), un irregular Billups (18 y 8 asistencias) y las buenas actuaciones desde el banquillo de J.R.Smith y Andersen, que se fue a los vestuarios en el cuarto período por problemas en la espalda.
El mejor escudero de James fue Shaquille O'Neal con 18 puntos. Delonte West y Mo Williams partieron desde la segunda unidad en un equipo ya sin Ilgauskas y todavía sin Jamison.