Debacle colosal por partida doble de los representantes de Texas. Houston perdió por 33 en Miami, donde brilló el puertorriqueño Carlos Arroyo y no jugó Trevor Ariza, y Dallas sucumbió por 36 en su visita a Denver, que recuperó para el juego al lesionado Carmelo Anthony.
Pocas veces dos equipos de este calibre harán un ridículo conjunto con tan escaso lapso de tiempo. Al menos, Luis Scola fue el mejor de Houston, lo que no es decir gran cosa, ya que el equipo estuvo de pena.
En cuanto a los hispanos de Dallas (Nájera y Barea), al menos disputaron minutos, si bien la mayoría de ellos fueran completamente inservibles.
En partidos sin hispanos, Cleveland ganó a New Jersey y Chicago se impuso en Indianapolis.
Miami 99 Houston 66
Desastre completo de los Rockets. Y es que un simple retoque, a un conjunto ya de por sí herido por las ausencias de Ming y McGrady, sirvió de espoleta para la desintegración. Es cierto que los visitantes no pudieron contar con dos de sus hombres más afamados en defensa, Ariza y Lowry, pero ello no puede ser escusa para la indecente imagen mostrada por los texanos en Florida.
El AmericanAirlines Arena asistió a un paseo militar de los suyos, que con una canasta de Arroyo cerraron una primera parte de cine en la que sellaron su victoria (56-31). Pero lo peor es que, aun estando ya derrotados, los Rockets fueron incapaces de levantar su vuelo ofensivo y siguieron volando toda la segunda parte a ras de suelo para terminar el choque con 66 puntos.
Estos son los 'poderes' del equipo de Adelman anoche: un 30,2% de acierto en el tiro y 8 asistencias por 16 pérdidas de balón -sólo robaron 2-. ¡Menos mal que se fajaron muy bien en el rebote, que si no...!.
Miami disfrutó de lo lindo. Hasta 6 jugadores estuvieron en dobles dígitos anotadores sin que nadie llegara a jugar ni siquiera 30 minutos. Wade hizo 17 puntos, 7 asistencias y 5 robos en 29 minutos y Beasley, por ejemplo, sólo jugó 15 minutos para terminar con 10 puntos.
En ese marco festivo, dos suplentes se pusieron las botas del buen juego: Udonis Haslem firmó 14 tantos con 14 rebotes y bajo su presencia el parcial fue de ¡+42! y Carlos Arroyo hizo uno de sus partidos más completos con 12 puntos, 7 asistencias y 3 rebotes en 25 minutos. El armador boricua mantuvo a su equipo con un +24 bajo su dirección, tiró a canasta como los ángeles (4 de 5 en el tiro de campo y 4 de 4 en el libre) y no perdió ni un solo balón. Felicidad total.
La infelicidad estaba en el otro bando. Por ejemplo, en el rostro del ultracompetitivo Scola, al que de nada le sirvió ser el menos malo de los suyos con 12 puntos y 7 rebotes en 29 minutos.
A los Rockets les faltaron de inicio Ariza y Lowry y durante todo el partido otros muchos jugadores, especialmente un desafortunado Brooks, que en los últimos partidos había estado a un nivel inmenso. Sólo Hayes (12 rebotes en 17 minutos) y Budinger (10 puntos y 12 rebotes) se unieron a Scola en las filas de la dignidad.
Denver 127 Dallas 91
Y si Houston hizo el ridículo en Miami, qué decir de los Mavericks en Denver, donde perdieron por 36 tras recibir 127 tantos.
Los de Carlisle fueron unas auténticas hermanitas de la caridad defendiendo. Al descanso ya perdían 65-39 y con ese diluvio en su propia canasta se permitieron el lujo de encajar otros 38 puntos en el tercer cuarto para concluir los primeros 36 minutos de juego con 103 puntos en contra.
Se suponía que se trataba de un partido a muerte entre dos de los aspirantes a robarle el cetro del Oeste a los Lakers, pero la lucha entre el segundo clasificado, Denver, y el tercero, Dallas, no existió.
Volvió Carmelo Anthony al equipo local tras estar ausente por lesión y su regreso pareció catapultar a un equipo que ya estaba enchufado a la competición sin la presencia de su líder.
Todo fue coser y cantar. Denver anotó el 60,8% de sus tiros, enchufó 11 de sus 18 intentos triples y 20 de sus 23 tiros libres, dominó el rebote... vamos, que fue un auténtico abuso.
Los locales tuvieron a 7 jugadores en dobles figuras ofensivas, ¡4 de ellos pertenecientes a una segunda unidad que aportó 57 puntos!. Nene Hilario logró 21 puntos y 8 rebotes en 26 minutos, Anthony contribuyó en su vuelta con 19 tantos y Billups añadió 16. Y entre los suplentes, brutal Andersen (14 tantos y 10 rebotes en 24 minutos) y muy finos Petro y Lawson.
Mientras, Dallas, sin Marion, sólo fue capaz de meter 16 puntos cerca del aro, su zona más débil y la que, a priori, terminará dándole un serio disgusto.
Nowizki hizo 17 puntos con una serie de 5 de 17 en el lanzamiento y Terry sumó 16. Mientras, los hispanos del equipo jugaron un total de 29 minutos. Nájera volvió a ser titular y acabó con 3 puntos y 3 rebotes en 16 minutos y Barea volvió a ser suplente y se fue con 2 puntos, 2 rebotes, 1 asistencia y 1 tapón en 13 minutos en los que erró 5 de sus 6 tiros.
El mejor contra el peor
Sin embargo, el partido que a priori estaba destinado a acabar en paliza, no lo hizo. Jugaban en Ohio el mejor equipo de la liga, Cleveland, contra el peor, New Jersey, pero la victoria local fue mucho más trabajada de lo esperado (104-97). Y eso que los Nets no contaban con Devin Harris.
Los Cavaliers engarzan ya 12 triunfos seguidos, aunque el de ayer no fue nada brillante, ya que el grado de confianza con el que afrontaron el partido les pudo resultar muy caro.
LeBron James volvió a ser el mejor local con 32 puntos y 11 asistencias, seguido de Jawad Williams -17 tantos- y Anderson Varejao -15 y 9 rebotes-.
Los Nets apenas pudieron contar con sus suplentes, que sumaron 11 puntos. Sus mejores piezas fueron Courtney Lee (24 puntos) y Brook Lopez (23 y 14 rebotes).
Chicago sigue firme
Mientras, Chicago Bulls sigue firme. Ayer firmó una victoria ante Indiana a domicilio (101-109) con la que equilibra su temporada (25-25).
Los de Illinois decidieron en el último cuarto (15-28) amparados en jugadores como Deng (23 puntos y 11 rebotes), Rose (21 y 7 asistencias), Salmons (21 puntos) y Hinrich (17).
En los Pacers, sus máximos anotadores fueron Granger (27 puntos y 10 rebotes) y Murphy (18 y 16).