El escolta de los Sixers de Filadelfia, Allen Iverson, es el destinatario de una demanda civil presentada por un vecino del estado de Ohio en la que solicita del jugador una indemnización de 2,5 millones de dólares por las lesiones sufridas en un incidente ocurrido en Detroit la pasada primavera.
El demandante, Guy Walker, alega haber “sufrido dolor severo, estrés emocional y angustia mental” a causa de las heridas sufridas en un altercado en el South Beach Pizza Bar de la ciudad de Michigan en el que al parecer estuvieron implicados varios acompañantes de la estrella de la NBA, aunque el propio Iverson no participó de forma directa.
En las 8 páginas de la demanda, Walker acusa a un miembro de la seguridad de Iverson, Antwuan Clisey, de iniciar, sin provocación previa, una pelea que en la que resultó lesionado, sin que el jugador, entonces en los Pistons y a quien el resto de sus acompañantes sacaron del establecimiento, hiciera nada por impedirlo.
En medio de la algarada, que provocó la huida despavorida de los clientes del bar, Walker sufrió la fractura del hueso orbital de uno de sus ojos así como otras heridas. Ahora solicita al jugador que se haga cargo de los daños sufridos al ser el supuesto agresor un empleado suyo.
El juez dirá cuánto hay de cierto en lo alegado por Walker o si se trata de otro oportunista más que trata de sacar partido de la fama y el dinero de un jugador de la NBA, pero lo cierto es que no es la primera vez que el ‘séquito’ de Iverson se ve mezclado en un incidente de parecidas características.