La resonancia magnética realizada a Chris Paul ha traído malas noticias para los Hornets. El base sufre un posible desgarro en el menisco y no se descarta que tenga que pasar por el quirófano. Podría perderse entre 1 y 2 meses de competición.
Lo que en principio parecía una fuerte contusión en la rodilla izquierda ha terminado siendo algo más serio, tanto como para que no se descarte la cirugía. En el equipo, nadie ha querido aventurarse a dar un diagnóstico definitivo a la espera de lo que digan los diversos especialistas que han de revisar las pruebas realizadas al jugador.
Lo que sí han reconocido es que es más que probable que tenga que pasar por el quirófano y de que tenga que hacerlo o no podría depender el mayor o menor periodo de recuperación posterior. Las primeras estimaciones hablan de entre 1 o 2 meses de baja, lo que podría complicar mucho el final de temporada de los Hornets.
Lo que también es seguro es que Paul no podrá estar en el All-Star, para el que había sido seleccionado. En lo que llevamos de temporada, el base ha sido el máximo anotador de los Hornets, con 20,4 puntos por encuentro, y lidera a su equipo y a la NBA en pases de canasta con 11,2 asistencias por partido.