Días aciagos para Milwaukee Bucks. Y es que las 2 últimas jornadas han sido un desastre: Michael Redd se lesionó contra los Lakers y se ha destrozado una rodilla y Scott Skiles sufrió una arritmia antes del encuentro contra los Suns y tuvo que ser hospitalizado.
Lo de Redd es más que grave, porque llueve sobre mojado. El excelso tirador de los Bucks sólo pudo jugar 12 minutos ante los Lakers al lesionarse. Y la lesión es más que seria, puesto que las pruebas a las que ha sido sometido revelan una rotura de ligamentos en su rodilla izquierda que implica que la temporada se haya acabado para él.
Una temporada desastrosa a nivel individual. El escolta venía de sufrir serias lesiones en sus rodillas y no había alcanzando por ahora el nivel que siempre tuvo. Su promedio de 11,9 puntos por partido y sus malos porcentajes de tiro mostraban a un Redd menor que cobra, eso sí, como los más grandes de la liga, pues su sueldo es astronómico.
Las dudas acechan la carrera de Redd, que a sus 31 años tiene las rodillas muy castigadas.
Skiles, al hospital
Al desastre protagonizado por Redd se sumó horas después el susto que sufrió el entrenador del equipo, Scott Skiles.
Skiles, de 45 años, se sintió indispuesto antes del partido que enfrentaba anoche a Phoenix Suns y Milwaukee Bucks. El problema del técnico se situaba en el corazón, una arritmia que le llevó directo al hospital, donde afortunadamente se ha comprobado que se ha tratado de un episodio cardíaco leve.
Las riendas del equipo tuvo que tomarlas Jim Boylan, que tranquilizó a todos al afirmar que Skiles se encuentra bien.