El 6 de enero era el día de Reyes para muchos y también la fecha límite en la NBA para que los contratos no garantizados se convirtieran en garantizados para el resto de la temporada. Una circunstancia que ha provocado que el regalo de varios jugadores fuera quedarse sin equipo.
Mike Harris (Houston), Shavlik Randolph (Portland) y Coby Karl (Cleveland) han sido 3 de los damnificados. Ninguno de ellos tenía una presencia relevante en sus respectivos conjuntos y éstos han preferido ahorrarse el coste que suponía garantizar sus contratos hasta fin de temporada.
Harris se había incorporado a los Rockets el pasado 23 de diciembre y apenas había jugado 12 minutos con el equipo texano en los 2 partidos en que llegó a saltar a la cancha. Aun así, es probable que los de Houston le recuperen en pocos días a través de un contrato de 10 días.
Tampoco Randolph ni Karl habían estado presentes en las rotaciones de los Blazers y los Cavaliers. El primero llegó a Portland el 30 de diciembre y tan solo ha permanecido una semana en la plantilla, jugando 2 encuentros.
Más larga ha sido la presencia del hijo de George Karl, técnico de Denver, en la plantilla de los Cavaliers, aunque no su presencia en pista. Coby Karl firmó con Cleveland en verano tras jugar la temporada pasada en el DKV Joventut de la liga ACB, pero únicamente ha llegado a jugar 3 encuentros en los que tuvo una presencia simbólica y ni siquiera llegó a tirar a canasta.