De forma inmediata y por tiempo indefinido ha sido suspendido Gilbert Arenas por el comisionado de la NBA, David Stern, sin esperar a los resultados de la investigación policial en curso sobre la presencia de armas propiedad del jugador en el vestuario del equipo.
Stern ha anunciado la medida en un comunicado en el que afirma que “la posesión de armas de fuego por parte de un jugador de la NBA en un pabellón de la NBA es un asunto que nos causa la máxima preocupación.”. El comisionado califica de “muy serio” el incidente y asegura que, en un principio, decidió esperar antes de tomar una decisión por haber una investigación policial en curso.
“Aunque está claro que las acciones del señor Arenas acarrearán en última instancia una suspensión sustancial, y quizá algo peor, su actual conducta me ha llevado a la conclusión de que no está en condiciones de saltar a la pista en un partido de la NBA”, afirma en el comunicado un Stern al que no parece haberle gustado la reacción de Arenas tras el incidente, pese a las disculpas presentadas por el jugador, y en particular su actuación en Filadelfia.
La suspensión, de empleo y sueldo, le costará al jugador de los Wizards más de 147.000 dólares por cada encuentro que deje de jugar y tiene efecto inmediato y carácter indefinido, supeditado a los resultados de la investigación en curso.
Distintas versiones
Mientras, horas antes, Arenas acusaba a la prensa de “difamarle” y presentaba una versión distinta de la primera que ofreció a los medios. Si bien insistía en que el motivo de la presencia de las armas en el vestuario de los Wizards era mantenerlas alejadas de sus hijos, reconocía haberlas usado para, según él, gastarle una desafortunada broma a Javaris Crittenton.
Esa “broma”, en palabras de Arenas, forma parte del relato de los hechos aparecido en distintos medios y que no deja en muy buen lugar ni al jugador ni a la NBA, de ahí el enfado de David Stern.
Según la versión difundida por la prensa, Arenas y Javaris Crittenton mantuvieron una acalorada discusión el pasado día 19 en el vuelo de vuelta de los Wizards tras jugar en Phoenix como consecuencia de una partida de cartas entre varios jugadores del equipo en la que, según algunas fuentes, Arenas habría perdido 60.000 dólares con JaVale McGee y Javaris Crittenton tuvo que prestarle dinero.
En medio de la discusión, Crittenton, al parecer, llegó a decirle a Arenas que le dispararía en la rodilla de la que tuvo que ser operado la temporada pasada. Tras descansar el día 20, los jugadores volvieron a encontrarse en los vestuarios el día 21 y la discusión continuó.
Fue entonces cuando Arenas, a modo de broma según su versión, situó 3 pistolas descargadas sobre una silla cercana a la taquilla de Crittenton y le dio a elegir una para que hiciera efectivo lo dicho en el avión. A su compañero no pareció gustarle la broma y reaccionó con enfado, lanzando una de las pistolas al suelo, y diciendo que él ya tenía su propia pistola.
Arenas niega que hubiera amenazas
La estrella de los Wizards ha reconocido en un comunicado la presencia de las armas, descargadas, y la existencia de la broma fallida, pero ha negado que amenazara a nadie ni apuntara con el arma a su compañero. La posesión de armas, aun descargadas, es ilegal en el Distrito de Columbia, donde se ubica la capital federal, aunque Arenas asegura que él pensaba que las armas descargadas sí estaban permitidas.
También el agente de Javaris Crittenton, Mark Bertelstein, ha negado que su representado apuntara con un arma a Arenas, como se ha llegado a publicar en la prensa, y ha asegurado que Crittenton es completamente inocente en todo este asunto.
De igual modo, JaVale McGee, el jugador con el que Arenas habría perdido en la partida de cartas origen del conflicto, ha negado que su compañero perdiera dinero con él y “mucho menos 60.000” dólares.
Los Wizards apoyan la decisión de Stern
A la franquicia de Washington tampoco parece gustarle todo este asunto, que ha llevado a un buen número de sus empleados a tener que declarar ante la policía y posiblemente ante un Gran Jurado en próximas fechas, y no han dudado en apoyar la decisión tomada por Stern a través de un comunicado firmado por su presidente, Ernie Grunfeld, y la familia del recientemente fallecido propietario Abe Pollin.
“Dejando a un lado los asuntos estrictamente legales, las recientes declaraciones y el comportamiento de Gilbert, incluidas sus acciones y declaraciones de la pasada noche en Filadelfia, son inaceptables”, aseguran los gestores de los Wizards en dicho comunicado haciendo referencia a la foto para la que el jugador posó rodeado de sus compañeros, antes del partido frente a los Sixers, sonriente y apuntándoles con la mano a modo de pistola.
Y es que a los máximos responsables del equipo, al igual que a David Stern, no les ha gustado nada la actitud del jugador al que, independientemente de las consecuencias legales que le puede acarrear la posesión ilegal de armas, le espera sin duda una dura sanción de la NBA.