Dos historias bien distintas para el español Pau Gasol y el argentino Carlos Delfino. El primero vivió otra noche estupenda de los Lakers, que dominaron con contundencia el gran duelo del Oeste ante Phoenix. El segundo vio cómo por Milwaukee pasó un ciclón llamado Cleveland.
Los Cavaliers endosaron entre el final del primer cuarto y el comienzo del segundo un aterrador parcial de 0-29 y el partido se acabó. Delfino concluyó con 11 puntos en 31 minutos de juego sin disputar el último cuarto.
Mientras, Pau Gasol hizo 14 puntos en la victoria de los Lakers, que se afianza como líderes del Oeste tras derrotar a uno de sus grandes rivales, los Suns, por 20 de diferencia. Nuevamente, Kobe Bryant lideró la ofensiva coral de los angelinos.
L.A.Lakers 108 Phoenix 88
Los Lakers se destacan en la primera posición del Oeste tras dar buena cuenta de los Suns en un partido en el que se enfrentaban los gallitos occidentales de la NBA, por un lado los angelinos, equipo confirmación, y por otro los de Arizona, conjunto revelación.
Y la confirmación pudo con la revelación, y de modo contundente. Los locales sumaron su novena victoria consecutiva (8 como locales y 8 desde que regresó Pau Gasol) y se sitúan con 16-3, si bien es verdad que 15 de sus 19 partidos se han disputado en el Staples Center. Son los californianos los que más han jugado en casa, algo placentero para unos jugadores que llevan viviendo en sus casas con sus familias una buena temporada todo un lujo.
Muy distinta es la trayectoria de Phoenix, y por ello es más meritoria. Los de Alvin Gentry suman un 15-6 tras haber disputado 14 de sus 21 encuentros fuera de su hogar, los que más han viajado esta campaña, un difícil calendario que les coloca como serios aspirantes a situarse muy bien al final de temporada.
Pero no nos engañemos, a pesar de esa notable diferencia los enfrentamientos directos entre ambos equipos han demostrado el poderío de los Lakers, que ya han dado 2 palizas a los Suns, 1 sin Gasol y otra con Gasol.
Anoche volvió a suceder. Tras un primer cuarto igualado, los de Phil Jackson sacaron a relucir sus armas tímidamente en el segundo cuarto (54-44 al descanso) para mostrarlas con todo lujo de detalles en el tercero e irse en el marcador con claridad (87-66 al término del tercer período).
Resulta espectacular comprobar el juego coral vertido anoche en el Staples por unos Lakers que defendieron espectacularmente a uno de los equipos más ofensivos de la liga, al que dejaron en 88 puntos, lo que tiene su mérito.
Ese universo coral se vio en varias facetas. Por ejemplo, en ataque 6 jugadores superaron la decena de puntos y el que más tiros hizo fue Bryant con sólo 16. ¡Y qué decir del rebote!. Los Lakers capturaron 42 y ¡todos y cada uno de los 12 jugadores que saltaron a la cancha atrapó al menos 1!. Es un dato esclarecedor de cómo cada uno puso su granito de arena en el triunfo.
Un triunfo que lograron en atípica situación, ya que la mayor parte del partido la pitaron sólo 2 colegiados, toda vez que David Jones tuvo que abandonar el encuentro en el primer cuarto y ser hospitalizado al sentir vértigos y mareos en el transcurso de los primeros minutos de juego.
Dada la superioridad local la pareja arbitral tampoco tuvo que forzar demasiado su trabajo. Liderados por Kobe en la ofensiva (26 puntos y 7 rebotes con 9 de 16 en el tiro), los Lakers disfrutaron de muchas vías ofensivas de notable caudal: Artest hizo 15 puntos, 5 rebotes y 5 robos, Gasol logró 14 con 4 rebotes y 3 asistencias en 33 minutos, Bynum aportó 13, Brown hizo 12, Farmar produjo 11...
Pero de todos ellos, los que mayor aportación brindaron al juego colectivo fueron Gasol y Artest, bajo cuya presencia su equipo hizo parciales de +27 y +25. Datos más que significativos de la capacidad de estos 2 hombres para sacrificarse por el colectivo.
Un colectivo que estuvo acertado en el tiro perimetral, que forzó más personales de tiro y que también se mostró más agresivo y resolutivo en defensa.
Mientras, los Suns, superados sin duda, tuvieron en Stoudemire (18 tantos y 8 rebotes) y Nash (12 puntos y 10 asistencias) a sus mejores hombres, aunque tampoco ofrecieran sus mejores versiones.
Milwaukee 86 Cleveland 101
El resultado resulta leve para la gravedad de los hechos. Porque la jornada dominical fue una pesadilla para los Bucks y para la afición del Bradley Center. Y es que nadie está capacitado para asumir, tal y como ocurrió en Wisconsin, un parcial en casa de ¡0-29!.
Sucedió en la concatenación del primer y el segundo cuarto y nadie hacía presagiar tal hecatombe. Nadie lo podía intuir viendo el inicio del partido, con un 11-0 para los locales en un arranque perfecto. Pero rápidamente sobrevino el desastre.
Con 17-10 en el luminoso la ofensiva local se plegó ante la defensiva visitante y estuvo más de 11 minutos sin anotar uno solo punto, ni siquiera de tiro libre. El resultado fue demoledor.
El inicio del segundo cuarto se convirtió en una pesadilla para los locales, que fallaron sus primeros 12 tiros a canasta mientras Delonte West les bailaba él solito anotando ¡14 puntos consecutivos!. Esa racha positiva de West y negativo de todo el equipo de los Bucks llevó el electrónico a un desalentador 17-35, que aún se incrementó más al alcanzar un 17-39. Una canasta de Carlos Delfino cortó ese parcial de 0-29, trágico para el partido.
Además, en esos minutos de éxtasis de Cleveland, los de Ohio perdieron un poco el pie y se les fue la mano con la exhibición a la hora de respetar el rival, al que intentaron humillar con algunos detalles que sobraban por completo. Un cierto aire de chulería, liderado por James, que no venía a cuento.
Llegaron así los locales con 33 puntos al descanso y gracias, porque de no ser por unos buenos minutos finales apenas habrían alcanzado los 25. Y todo ello con LeBron James dedicándose más a los demás que a su vertiente anotadora y con Shaquille O'Neal limitado por las personales.
Mientras, en los Bucks, apenas Jennings y Delfino salvaron malamente la imagen, aunque la de ambos tampoco fuera buena. Pero peor fue el rendimiento de jugadores como Bogut o de toda la segunda unidad, que se dedicó a hacer números en el último cuarto, cuando el ridículo ya estaba hecho.
El rostro de Skiles era esclarecedor del enfado que llevaba dentro y una segunda parte de minutos y más minutos de basura no hizo más que agriarle aún más la expresión.
En el tercer cuarto, salvo a Delfino y especialmente a un brillante Jennings, poco se pudo ver. Tal vez el espíritu reboteador de Ilyasova y el intento redentor de Warrick y algún otro.
Skiles no sacó a Delfino en la parte final del choque, minutos en los que jugó con 3 bases -Jennings, Ridnour y Ukic- y una defensa zonal para probar situaciones e intentar moderar el resultado.
Mientras, los Cavs vivieron en la fiesta permanente con Delonte West (21 puntos en 24 minutos) como gurú del desenfreno. James hizo 14 puntos y 10 asistencias, Williams anotó 13, Hickson se marcó algunos mates de impresión y Varejao capturó 12 rebotes. Mientras, O'Neal logró 10 puntos en sólo 15 minutos.
Esa fiesta les sitúa con 15 triunfos en 20 partidos, tras sumar 12 victorias en sus últimos 14 compromisos.
Los Bucks, para olvidar. Un 37,6% en el tiro de campo, 4 de 20 en triples, 11 asistencias entre todo el equipo... un desastre en toda regla del que se libró en parte Jennings (24 puntos). Delfino, mientras, acabó con 11 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias en 31 minutos tras anotar 5 de 13 en el tiro de campo con 1 de 6 en el triple.