Los Oklahoma City Thunder han decidido incorporar al base Mike Wilks ante la plaga de lesiones que asola a los jugadores de que disponían en esa posición. Wilks regresa así a una liga en la que no ha disputado un solo partido desde la temporada 2007-2008.
Las lesiones de rodilla de Shaun Livingston y Kevin Ollie y la más reciente en el hombro de Kyle Weaver habían dejado a los Thunder sin prácticamente recambios para su base titular, Russell Westbrook, de ahí que hayan tenido que recurrir a Wilks.
Wilks, a sus 30 años, es todo un trotamundos de la liga. En sus 6 temporadas en la liga ha jugado en 8 equipos diferentes y eso que en ese cómputo no entran las 2 franquicias, Orlando y Memphis, en cuya plantilla estuvo la pasada temporada sin llegar a jugar.
La mala suerte se cebó con el base la temporada pasada cuando en medio de su pretemporada con los Magic se lesionó la rodilla, una lesión que arruinó su campaña. Orlando lo mantuvo en plantilla y lo utilizó posteriormente en un intercambio con los Grizzlies, mediado febrero, pero ni en Florida ni en Memphis, Wilks llegó a jugar.
Ahora se le presenta una nueva oportunidad a este base acostumbrado a ocupar los últimos puestos de las rotaciones y cuyos promedios en la liga son 2,5 puntos y 1,2 asistencias. Lo hace en Oklahoma City, un equipo no del todo nuevo, ya que Wilks jugó en 3 temporadas diferentes con sus predecesores, los Seattle Supersonics.