Buena jornada de Toronto Raptors y Memphis Grizzlies. Los canadienses regresaron a la senda del triunfo ante un rival complicado, Miami, y Calderón anduvo discreto aunque diera 10 asistencias. Mejor estuvo Marc Gasol en la victoria a domicilio de los Grizzlies en Filadelfia.
Gasol acabó con 19 puntos y 8 rebotes y fue pieza clave en el triunfo de Memphis, que vino de la mano de un gran Rudy Gay.
Mientras, el puertorriqueño Carlos Arroyo tuvo una limitada actuación en Toronto, pero en los 13 minutos que estuvo en cancha lo hizo bien. Aunque para buen rendimiento el de LeBron James, que con 40 puntos y una actuación completísima llevó a Cleveland al éxito.
Toronto 110 Miami 103
Necesitaba Toronto el triunfo dada la delicada racha de juego y resultados en la que parecía haber entrado. Y ese triunfo llegó no sin problemas, a pesar de que los locales tenían en encuentro más que controlado al descanso. Pero luego todo se complicó de mala manera.
El rival no era fácil. Se trataba de los Heat de Wade y Arroyo, un equipo que ha iniciado a buen ritmo la temporada, pero que ayer tuvo que arrastrar hasta perder su horripilante segundo cuarto.
Ese segundo cuarto marcó el devenir del encuentro. A Toronto le costó fijar el partido, pero cuando lo hizo en el segundo cuarto su oleada ofensiva maltrató a una endeble y por momentos patética defensa rival.
El parcial del segundo cuarto lo dice todo: 43-25. Los Raptors anotaron en ese periodo ¡19 de sus 24 tiros de campo!. Mediado el cuarto llegó la borrachera de básquet. Belinelli dio 2 asistencias de fantasía, Toronto corrió la cancha, Calderón pasó con fluidez y los Turkoglu y Bargnani hacían de ejecutores. Y es que cuando los locales se marcharon, Bosh -el mejor nuevamente- estaba sentado plácidamente en la banda.
La máxima ventaja llegó con la bocina final, cuando Turkoglu se marcó un triplazo y llevó el luminoso a un 69-49 al descanso. Los locales atesoraban un 68,3% en el tiro y todo funcionaba bajo la batuta de un gran organizador llamado Calderón (8 asistencias al descanso), aunque su aportación anotadora volviera a ser gris un día más.
Todo parecía medio hecho, pero no fue así. El tercer cuarto nada tuvo que ver con el segundo. Los de Triano salieron de vestuarios pagados de sí mismos y los de Spoelstra lo hicieron espoleados por su ridículo segundo cuarto. Y poco a poco, Miami se rehizo hasta terminar el cuarto 6 abajo (89-83) y dejar a la afición local al borde de un ataque de nervios.
El cuarto final dejó la situación estabilizada. Arroyo inauguró el marcador (89-85) y la igualdad presidió el partido hasta que 2 fantásticos triples desde la misma esquina de Jarret Jack y una canasta de Bosh dejaron el marcador en un claro 115-103 en los momentos finales. Pero hasta en ese momento los locales tuvieron algún que otro despiste que retrasó la decisión del partido.
Terminó Toronto ganando con un trío estelar integrado por Bosh (29 puntos, 12 rebotes y 4 tapones), Bargnani (24 puntos y 10 capturas) y Turkoglu (19 y 8 asistencias). Los dos primeros sumaron 19 de 28 en el tiro y el turco ejerció de lo que es, un segundo base en la cancha. Amir Johnson hizo una buena primera parte, pero el que mató el encuentro y estuvo formidable (17 tantos) fue Jarret Jack.
En Miami, enorme el dúo Wade-Chalmers. Ambos anotaron 30 puntos, a los que el primero añadió 8 asistencias y el segundo una gran racha en el triple (5 de 9). Beasley hizo 21 y 12 rebotes y O'Neal se quedó en 17, acuciado por las personales en la recta final del partido.
En cuanto a los hispanos, Calderón anduvo una vez más irregular. Más bien mal en el ataque directo (5 puntos) y bien en el indirecto (10 asistencias), aunque 8 fueran en la primera mitad -cuando el equipo funcionó- y 2 en la segunda -cuando no lo hizo-. Su defensa de perímetro, muy mejorable. Y Carlos Arroyo, que se emparejó algunos minutos con Calde, cumplió en los 13 minutos que jugó, terminando con 4 puntos y 2 pases de canasta.
Philadelphia 97 Memphis 102
Cuarta victoria de Memphis en la temporada y tercera consecutiva, lograda además a domicilio. Los de Hollins parecen ir encontrando su camino y, quien sabe si es casualidad o no, su rendimiento se ha elevado notablemente desde que Iverson desapareció de sus vidas.
Partido muy serio el elaborado anoche en el Wachovia Center por los Grizzlies, que dominaron durante muchos minutos a los Sixers.
Todo empezó con un arranque prometedor en defensa (22-28 en el primer cuarto) con un toque de atención importante de los hombres altos de Memphis, ya que Gasol y Randolph aportaron 18 de los 28 puntos de su escuadra.
Hollins hizo coincidir algunos minutos en cancha a la pareja Gasol-Thabeet y la cosa no fue mal, pero en el segundo cuarto los locales apretaron, con Iguodala ejerciendo de repartidor de juego y un inspirado Lou Williams y consiguieron llegar al ecuador del choque por delante (50-49). Para entonces, Marc Gasol ya acumulaba 15 puntos y 4 rebotes y Zach Randolph, 13 y 3 robos.
A partir del descanso la contienda se mantuvo francamente equilibrada, aunque los visitantes nunca dejaran de tener el control de la misma, lo que malhumoró y tensó a un equipo local que no se esperaba tal oposición por parte de un equipo teóricamente menor.
Sin embargo, estos Memphis no son tan menores. Viendo su plantilla, en un buen día pueden liársela a cualquiera. Otra cosa es que sean capaces de adquirir hábitos de equipo y sean capaces de lograr una cierta regularidad en su juego. Anoche la tuvieron.
En ese segundo tiempo decisivo surgió una figura inconmensurable, la de Rudy Gay, que estuvo sencillamente sensacional. El alero visitante anotó 22 puntos en la segunda parte para terminar con 33 y 10 rebotes. Y por si fuera poco, suya fue la canasta que sentenció el partido.
Esa canasta hay que dársela a medias al aplomo de Gay y al incuestionable error de bulto de la defensa de los Sixers, que con 95-98 en el marcador cometió un desajuste defensivo mortal que dejó a Gay completamente solo para que tirara con comodidad a media distancia (95-100 a 19 segundos del final). El defensor más cercano estaba a un mundo de Gay. Incomprensible.
A Gay le apoyó esa pareja Randolph-Gasol, que funcionó mejor en la primera que en la segunda mitad. Zach hizo 21 puntos y 11 rebotes y Marc se fue a 19 con 8 rebotes y 2 asistencias en 35 minutos. Volvió a tirar con gran acierto el catalán, pero las faltas personales le arruinaron el final del tercer cuarto y el desenlace del partido.
Hay que destacar la labor de estos dos jugadores, con las ayudas de Gay y otros compañeros, en el rebote. Porque fue la gran clave del partido (28 los locales por 48 los visitantes). La defensa del propio aro fue motivo de pesadilla para Philadelphia, que en su tablero capturó los mismos rebotes que su rival (17).
De nada sirvió por lo tanto el esfuerzo anotador de Lou Williams (partidazo con 31 puntos, 5 asistencias, 6 robos y 4 triples) o de Elton Brand (22 puntos, 4 tapones y 4 robos). Como también resultó ineficaz la generosidad de Iguodala (9 asistencias).
LeBron maravilla
En partido sin hispanos, Cleveland ganó en Indiana (95-105) con un maravilloso LeBron James, que acabó con 40 tantos, 9 rebotes y 7 asistencias, y protagonizó una gran recta final de un choque atípico en el que se anotaron más puntos en el primer cuarto (38-38) que en toda la segunda mitad (34-39).
Mo Williams -18 puntos- y J.J.Hickson -15- apoyaron a la estrella, Ilgauskas vivió un partido bipolar (11 rebotes, pero 1 de 12 en el tiro de campo) y Varejao regresó al juego, como lo hizo en los locales Troy Murphy.
Granger anotó 19 puntos para los Pacers con 9 rebotes, pero con 7 de 21 en el tiro y Jones volvió a destacar con 17 tantos.