Su acción inocente en la noche de Halloween ha supuesto a Manu Ginóbili más de un quebradero de cabeza. Y es que tras golpear y matar a un murciélago en plena cancha ha tenido que vacunarse contra la rabia y ha tenido que oír duras críticas por parte de algunos ecologistas.
Que la acción de Ginóbili no fue edificante lo reconoce el propio jugador en Facebook, a la par que también asegura que no fue una decisión demasiado inteligente si se tiene en cuenta que el animal podría haber transmitido la rabia al internacional argentino. Pero de ahí a las declaraciones de algunos ecologistas media un abismo.
La que se lleva la palma es la presidenta de la conocida asociación en defensa de los animales PETA, que se ha marcado unas antológicas declaraciones que han sorprendido a propios y extraños.
Tras criticar la acción de Gino, algo que entra dentro de lo completamente admisible, la presidenta de PETA ha mezclado churras con merinas al enlazar el derribo del murciélago que se coló en el AT & T Center con un caso tan grave como el de la estrella de la NFL (Liga de Fútbol Americano) Michael Vick, que ha sido encarcelado por organizar peleas ilegales de perros. Vamos, que poco menos que equipara la muerte del murciélago con el delito cometido por Vick en un ejercicio de demagogia de difícil justificación.
Está claro que se trata de dos acciones difícilmente equiparables, más aún cuando entre una y otra media un origen inocente (Ginóbili) y un origen delictivo (las crueles peleas de perros servían obviamente para mover dinero en apuestas clandestinas).
El hecho insólito
Cabe recordar el hecho insólito que motivó toda esta polémica. Un murciélago se coló en el pabellón en plena disputa del San Antonio-Sacramento en la noche de Halloween, acto más que sospechoso, ya que no habría que descartar que alguien soltara al mamífero para ofrecer espectáculo en tan señalada celebración.
Pues bien, el partido tuvo que detenerse y en vista de que nadie podía atraparlo, Ginóbili golpeó al animal en pleno vuelo con su mano izquierda, el mamífero cayó muerto al suelo y fue recogido y retirado de la pista.
Como consecuencia del incidente, Emanuel Ginóbili ha tenido que vacunarse contra la rabia para eliminar el riesgo de su transmisión por parte del murciélago. Hasta ahora se le han aplicado 4 inyecciones y aún le quedan otras 4 por ponerse.